La campaña de vacunación contra la gripe estacional ya está aquí. El virus tradicional llegará como siempre, fiel a su cita otoñal, pero en esta ocasión se encontrará con otro patógeno respiratorio, lo que puede complicar mucho el panorama asistencial en las islas.

Por ello, expertos consultados recomiendan a toda la población de riesgo frente a la gripe que se vacune para intentar que el mínimo de pacientes con esta patología lleguen a unos hospitales que pueden estar ya saturados por enfermos con covid.

Esta es la recomendación de la doctora María Peñaranda, médica adjunta de la sección de enfermedades infecciosas. «Los síntomas de todos los virus respiratorios son muy parecidos por lo que no podremos diferenciar una gripe de una covid. Por eso es muy importante que todos los colectivos de riesgo se vacunen, para evitar que una afluencia masiva de personas con gripe a los hospitales termine por colapsar el sistema sanitario», aconseja.

Emilio Arteaga, responsable de Microbiología del hospital de Inca, comparte la opinión de su colega al señalar que tanto la gripe como otros virus respiratorios cursan con unos síntomas muy parecidos a los de la covid, por lo que sin una PCR previsiblemente no se podrá discernir si se está ante uno u otro virus.

Doble infección, peor pronóstico

«Además, en los casos en que hay una coinfeccion de coronavirus y gripe el pronóstico ha sido mucho peor», advierte este especialista revelando que estos contagios dobles ya se han notificado en el hemisferio sur (al que llega primero el virus estacional de la gripe).

En este área geográfica mundial este año han disminuido significativamente los casos de gripe, circunstancia que el doctor Arteaga achaca sin atisbo de duda al uso de mascarillas, al recuperado hábito de lavarse las manos de forma metódica y frecuente y a la distancia social a la que ha forzado el nuevo SARS pandémico.

Edelmiro Vergés se define a sí mismo como un pediatra «con el culo pelado» por lo que no tiene ningún reparo en pedir prudencia a los padres recordándoles de paso que «el riesgo del coronavirus en pediatría es casi cero».

Les recuerda asimismo que en otoño y en invierno los niños contraen muchas patologías respiratorias banales cuyos síntomas son prácticamente indiscernibles de los del coronavirus y que, admite, «nos van a confundir. Si somos exagerados, vamos a perder los papeles y este invierno vamos a hacer muchas PCR», augura reiterando como sus dos compañeros precedentes que los síntomas de la gripe y del coronavirus «son muy solapados».

«Los propios profesionales sanitarios tenemos en ocasiones problemas para diferenciar entre un cuadro catarral y un cuadro gripal», advierte el especialista desaconsejando alarmarse ante la mera aparición de patologías en los menores que antes de la covid se manifestaban de forma habitual e incluso rutinaria.

El pediatra revela que visitó la línea kid-covid para realizar PCR a menores montada en Son Dureta y que le mostraron los resultados de 200 test realizados, pruebas en las que tan sólo se diagnosticaron 4 positivos.

«Y estos positivos se detectaron en niños que referían más síntomas de cefaleas y diarreas que respiratorios. Por eso, pese a que los síntomas con los que cursa la covid son inespecíficos, el hecho de que a tu hijo le duela mucho la cabeza y tenga diarrea puede darte una pista porque las diarreas no suelen venir acompañadas de cefaleas», aconseja.

Entra en casa con los niños

Aunque los pediatras llevan pidiendo desde hace años que se vacune a todos los niños contra la gripe porque son conscientes de que esta enfermedad vírica entra en los hogares a través de ellos, Vergés es consciente de que este año una vez más esta petición volverá a ser desoída.

«No hay disponibilidad de vacunas porque todas las instituciones públicas de todos los países del mundo han hecho acopio de ellas por la covid y han agotado todas las existencias de las farmacéuticas fabricantes», revela explicando que este año de la covid, como los anteriores, solo se vacunará de la gripe a los niños con enfermedades crónicas y a los exprematuros de menos de 32 semanas siempre y cuando sean mayores de seis meses, la edad a partir de la cual se pueden empezar a suministrar estos fármacos vacunales.

Al igual que el doctor Arteaga, este veterano pediatra que forma parte del consejo asesor de vacunas de esta comunidad, cifra buena parte de sus esperanzas de que este invierno no sea un infierno en la poca incidencia de gripe detectada durante su paso previo por el hemisferio sur.

«El uso de mascarillas, la distancia y el lavado de manos ha reducido los contagios de todos los virus de transmisión aérea», concluye reiterando su petición de tranquilidad a los padres ya que, advierte, «en caso contrario, cada visita a urgencias se solventará con una prueba PCR».