La Universitat de València asegura que «continuará liderando» la oferta del máster de Profesor/a de Secundaria en España, «ofreciendo las 20 especialidades actuales, modificando el perfil de acceso a cada una de ellas para priorizar a las y los estudiantes egresados de las titulaciones de la UV, y manteniendo una oferta que supera la matrícula real actual». Así lo detalló ayer la Universitat, tras la reunión solicitada por organizaciones estudiantiles y sindicales que llevan más de una semana protestando por la reducción de plazas para 2020-21.

Como publicó este periódico, la UV pasará de tener 880 a 800 plazas de este máster habilitante el próximo curso. Este recorte, según la institución, pretende «ajustarse a los datos reales de matrícula de un máster que presenta una media de abandono a lo largo del curso del 12% de las personas matriculadas inicialmente». Entre otras cosas, según detallan, se «pretende ajustar mejor los perfiles de acceso de las y los estudiantes para reducir la caída de matrícula, formar profesionales con los conocimientos y competencias adecuadas, y cumplir con las recomendaciones de mejora derivadas del proceso de reacreditación del máster».

Asimismo, en la decisión del Consejo de Gobierno de la UV también pesa la necesidad de «adaptarse a la capacidad docente de la UV en un contexto caracterizado por las restricciones de financiación pública recibida y las limitaciones a la contratación de profesorado impuestas al sistema universitario público».

A pesar de la reducción de plazas —y de que se podrían ofertar hasta 1.200 de este máster—, la UV recuerda que «continuará siendo la primera universidad de España» que más plazas oferta y asegura que se mantienen «las 20 especialidades actuales».

No obstante, a pesar de la reunión, ayer por la tarde tuvo lugar una protesta convocada por una veintena de sindicatos estudiantiles, plataformas de docentes, trabajadores de la UV y asambleas de representantes, que consideran que la reducción del casi 10 % de las plazas «excluirá a muchos estudiantes de la universidad pública», ya que les deja «sin garantía de plazas» para 2020-21.

Además, entienden que la decisión beneficia a las instituciones privadas, pues recuerdan que se trata de un «requisito indispensable para poder ejercer de docente en Educación Secundaria». Consideran que esta es « una pata más de la crisis educativa que atraviesa la enseñanza pública».