Tras más de tres meses sin agua potable en la vivienda, el viernes se restableció el servicio. Aguas de València actuó con rapidez tras conocer que Aquilino Moreno había dado positivo en coronavirus y vivía con su familia (entre los que se incluyen dos menores de 16 y 4 años) sin agua potable en la vivienda desde el pasado mes de agosto, por impago.

Sin embargo, la empresa está pendiente de una reunión con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Manises para ver «cómo se resuelve este asunto porque nosotros actuamos a instancias del consistorio y ahora hemos vuelto a instalar el contador por humanidad, porque estamos en pandemia y hay un positivo en ese hogar y no lo sabíamos. En cuanto hemos tenido conocimiento se ha repuesto el servicio, pero debemos actuar en coordinación con el ayuntamiento, que es quien lleva el expediente de la familia».

Aquilino nació en una familia empobrecida y creció en una casa con cinco hermanos y una pensión de la madre de 300 euros como único ingreso. De hecho, el piso donde reside desde 2006 es una vivienda social en Manises que le adjudicaron a su madre y que le subrogó la Administración cuando la mujer falleció hace cuatro años. Aquilino afirma que la deuda de impago en el suministro de agua es de su madre y se niega a pagar los 4.455 euros que le exige la empresa para regularizar su situación. «¿Cómo voy a pagar? No es que no quiera, es que no puedo», afirma.

Sin agua desde agosto

La empresa cortó el agua por última vez en agosto, y Aquilino y su familia se quedaron sin suministro. El hombre presentó un escrito en el servicio de atención al cliente de Aguas de Valencia en el que aseguraba que «la deuda de mi madre es una deuda personal mantenida con ella y no aceptada la herencia no pueden desplazar dicha deuda a mi persona». Aquilino no quiere pagar la deuda de su madre, pero sí necesita el suministro de agua en la vivienda, por lo que le propuso a la empresa pagar el alta y empezar el pago de los recibos, según el consumo. No hubo acuerdo y la empresa le propuso un plan de pagos con una cuota fija mensual de 149 euros, más el pago del alta de la vivienda, más el recibo pertinente del consumo.

Como Aquilino continuó sin pagar y no hizo caso al plan de pagos propuesto por la empresa, la familia llevaba más de tres meses sin agua potable en plena pandemia. Hasta el viernes. El positivo en covid-19 de Aquilino lo ha cambiado todo y ha permitido que, de forma «excepcional» Aguas de València instale un contador en la vivienda.

El Ayuntamiento de Manises, por su parte, explicó a este diario que Aquilino y su familia «han recibido de este consistorio todas las ayudas posibles y previstas para el 2020» y que solo les queda «cobrar la Renta Valenciana de Inclusión (RVI)». Desde la empresa de aguas, sin embargo, están pendientes de una reunión el próximo lunes para ver «cómo resolver el expediente de Aquilino».

La vida sin agua corriente

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Aquilino respiró el viernes al saber que Aguas de València le iba a restablecer el suministro. «Estos tres meses lo hemos pasado bastante mal, la verdad, pero íbamos funcionando. Tenemos muchos buenos vecinos que nos ha ayudado a traer garrafas de agua o nos lavaban la ropa porque empleamos ese agua para la lavadora pero era poca y se quemó la máquina», aseguró. Ahora bien, la covid-19 supuso un antes y un después en la familia ante una cuarentena «que nos impide bajar la basura, ir a comprar, traer las garrafas de agua... Les da miedo lavarnos la ropa y es normal. Les da miedo acercarse siquiera y lo entendemos... y aún así nos ayudan en lo que pueden».

De hecho, operarios de Protección Civil del Ayuntamiento de Manises les llevaron el lunes comida para toda la semana, una operación que repetirán esta semana. Sin embargo, «con fiebre, sin poder ducharme, en pandemia... Lo estábamos pasando muy mal. Nadie imagina lo que es vivir en estas condiciones».