Los representantes de las familias están recibiendo quejas de las familias por incumplimientos en el menú escolar o, puntualmente, por la escasa calidad de la comida, que elevan a los consejos escolares para dar un toque a la empresa responsable y proponer el cambio de gestión si no hay mejoras, así como por la reducción del tiempo para comer en algunos colegios, a consecuencia de los turnos por las medidas covid.

Por esto, la Conselleria de Sanidad evaluará a lo largo del curso uno de cada tres comedores para asegurarse de que se cumplen las medidas y requisitos de una alimentación saludable. «Se examinará la composición del menú mensual en un 33 % de los centros escolares de cualquier titularidad, con o sin cocina propia», precisan. Tras esto, se elaborará un informe con los resultados para que adapten el menú a las recomendaciones de la denominada estrategia NAOS sobre Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad que recomienda a su vez el organismo internacional de la salud, OMS.

Desde la Confederación de padres de alumnos, Covapa, su presidenta, Sonia Terrero, destaca que «los centros escolares envían el menú diario con comidas supuestamente equilibradas y saludables, pero hay casos en los que no se da de comer lo que pone y nos vemos obligados a reclamar».

Apunta además situaciones en las que la comida «es escasa o de poca calidad», aunque añade que suelen atajarlas las Ampa en el consejo escolar del centro. «Cuando se nos escucha se suele cambiar de empresa de catering, de ahí que en algunos casos el vaivén de estos servicios sea significativo», señala. Puré que sabe a agua, filetes excesivamente duros, pescado con demasiadas espinas o ensaladas sin aderezo son situaciones que han obligado a los padres a intervenir.

Los inspectores de Educación han hecho saber a los centros que los horarios de comedor pueden ser más flexibles, precisamente para evitar las prisas en la comida, y desde la conselleria recuerdan que se han duplicado los monitores de comedor como medida anticovid.