Un vecino de Sagunt que paseaba por la playa de Almardà descubrió ayer la presencia de un delfín listado muerto. Tras llamar a emergencias para alertar de la presencia del animal, un investigar del Instituto Cabanilles de la Universitat de València se puso en contacto con él para averiguar si merecía la pena estudiar al cetáceo en función de su estado y así fue después de confirmar que no había empezado a descomponerse ni presentaba heridas que explicaran su muerte.

Según explica este vecino tiene por costumbre pasearse por la orilla de la playa después de cualquier tormenta, cuando es habitual encontrarse restos de animales y plantas, además de basura. La «sorpresa» fue mayúscula esta vez, al encontrarse este delfín «en perfecto estado». Durante la tarde de ayer se procedió a la retirada del animal con la intención de estudiarlo y poder determinar la causa de su muerte, como es el protocolo habitual.