El temporal que dejó la mayor granizada en dos décadas no ha sentado mal a la agricultura valenciana. Así lo destaca el presidente de la Unió de Llauradors i Ramaders, Carles Peris, quien apunta que «este episodio ha sido más positivo que negativo, especialmente para los cultivos en los territorios del interior».

Y es que en la zona de Requena y Utiel, que registró la mayor cantidad de agua caída en toda la Comunitat Valenciana con casi 169 litros por metro cuadrado durante la jornada del viernes, según la Associació Valenciana de Meteorologia, «los cultivos de secano no están en campaña, así que la lluvia ha venido bien para las reservas hídricas y el ahorro energético, al no tener que echar mano del riego». En esta línea, Peris insiste en que «antes de estos dos últimos episodios, veníamos de una época de escasez de lluvia, así que en general ha sido beneficioso tanto para los campos como para la regeneración del pasto.

Los únicos daños de cierta consideración, según la información recopilada por la Unió, se han registrado en campos más próximos al litoral de l’Horta Nord, la Ribera y la Plana Baixa, donde «además del pedrisco muy localizado, que ha afectado especialmente a olivos al sur de la provincia de Castelló, se ha producido un exceso de humedad con consecuencias sobre los cítricos y el caqui, al sumarse los efectos del anterior temporal», que tuvo lugar hace unas tres semanas.

En otras comarcas, como la Hoya de Buñol, donde se desprendió una gran roca en el conocido como Camino de Carcalín, o la Vall d’Albaida, donde se recogieron máximos de 89 y 61 litros por metro cuadrado, respectivamente, durante todo el viernes, el agua también ha tenido efectos positivos, mientras que la mezcla del granizo con la lluvia permitió que no se produjeron daños importantes por ese pedrisco.

Mientras, desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, apunta que el temporal fue muy irregular, así que hasta mañana no se tendrá una idea más fiable de los efectos sobre el campo. En cualquier caso, señala que «esta agua ya sobraba, porque se acumula a las recientes y aumenta el peligro de deslizamientos de tierras».

Además de adelantar que los mayores daños los asumirá la variedad de clemenules, que es la que ahora se encuentra en plena recogida, Aguado admite que «lo que marca la situación en estos casos es el momento de la salida del sol», que ayer ya se dejó ver y hoy volverá a hacerlo.

En cualquier caso, el mayor peligro, según señalan desde este colectivo agrario, sería un aumento brusco de las temperaturas, algo que ayer no se produjo y hoy tampoco se contempla en las previsiones meteorológicas, sino más bien al contrario.

Cascotes y coches atrapados

Mientras los efectos en la agricultura han sido más beneficiosos que perjudiciales, la magnitud de la tormenta tampoco provocó grandes daños en el entorno urbano. El consorcio provincial de bomberos respondió a unos 25 servicios por lluvias, en su mayoría durante la tarde y noche del viernes, aunque también alguno de madrugada y una retirada de cascotes ayer por la mañana en una casa de Mislata.

Este tipo de actuaciones en edificios, la retirada de ramas rotas, los achiques en varias viviendas y el socorro a conductores atrapados en el agua o accidentados a causa de la lluvia centraron los servicios prestados por los bomberos a lo largo de toda la provincia.

Nuevo récord con más de 7.000 rayos

El temporal que descargó entre el viernes y la madrugada del sábado estableció un nuevo récord histórico de rayos en un mes de noviembre con más de 7.000 en toda la Comunitat Valenciana, que ascendieron por encima de los 15.000 si se tienen en cuenta los descargados en las aguas costeras. Ya ayer las lluvias remitieron, con suaves precipitaciones en el sur de la provincia de València y el norte de Alicante, que hoy se repetirán, según la Agencia Española de Meteorología. En cuanto a las temperaturas para hoy la previsión marca máximas de 18 grados en las zonas de litoral de València y mínimas de 3 en Utiel.