La Conselleria de Sanidad comenzó el pasado lunes a poner en práctica una de las principales medidas solicitadas por el sector de las residencias desde hace meses, la realización de pruebas periódicas en los centros para prevenir los contagios y detectar los casos de positivos asintomáticos. Como ya avanzó Levante-EMV, la medida se va a limitar a los trabajadores y no a los residentes, al ser el factor más habitual de entrada del virus en las residencias. Según marca el protocolo puesto en marcha esta semana, estos cribados se realizarán solo en aquellas residencias de municipios o departamentos de salud con una incidencia igual o superior a los 500 casos por cada 100.000 habitantes, indicaron ayer fuentes de la propia Conselleria de Sanidad.

Así, los centros situados en los municipios de Caudete de las Fuentes, Barxeta, Navarrés, Ademuz, Chella o Benetússer, entre otros, serían algunos de los primeros donde se va a implantar esta medida preventiva. Las pruebas se van a realizar tanto en residencias con brotes activos como la de Benirredrà, donde se produjo el último brote masivo con casi un centenar de contagiados y doce fallecidos, como en aquellas sin casos para asegurarse que ningún posible trabajador asintomático pueda contagiar a los residentes. De hecho, hasta ahora solo se hacían pruebas una vez detectados los primeros casos positivos, resultando ya tarde como se ha demostrado con los brotes masivos ocurridos en más de una decena de residencias de la Comunitat durante esta segunda ola de la pandemia.

Desde la conselleria que dirige Ana Barceló aclaran que se trata de pruebas PCR, ya que los tests de antígenos solo son efectivos si el trabajador presenta síntomas al necesitar una alta carga viral. El protocolo del Ministerio de Sanidad que recomendaba la realización de dichos tests de antígenos en vez de pruebas PCR, ponía como excepción precisamente el ámbito de las residencias. Sobre la periodicidad con la que se harán las pruebas, explican que eso lo marcará el grado de incidencia de contagios en el departamento de salud al que pertenezca la residencia y su evolución, y que en todo caso no serán inferiores a los quince días.

La Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana (Aerte) y las principales empresas gestoras del sector presentaron ya a mediados de junio una propuesta a la Conselleria de Sanidad para que implantara las pruebas periódicas cada quince días como herramienta para prevenir nuevos brotes en los centros. Aunque cinco meses tarde, y tras más de 200 residentes muertos desde su solicitud, el protocolo ya está en marcha, eso sí limitado a las residencias de municipios o departamentos con una alta incidencia de casos de coronavirus.