Aunque el horno no está para bollos ni muchas alegrías, o precisamente por ello, el espíritu lúdico festivo y supersticioso –recordemos la Nit de sant Joan- de los valencianos, siempre intentando interferir en nuestros destinos, nos hace como colectivo a muchos seguir rituales mágicos en la Nit de Cap d´Any, que es como los valencianos le llamábamos antaño a la hoy castellanizada Nochevieja. Cap d´Any por ser el inicio del año, donde celebramos la nueva vida enterrado ya el viejo año, especialmente este 2020 que, además, ha sido tan terrorífico, dramático, demoledor y desestabilizador. Un año en el que el coronavirus nos ha desmontado todo a todos, sin excepción. Nos ha igualado a todos.

Es imprescindible llevar en esta noche alguna ropa interior de color rojo comprada para la ocasión, no vieja, símbolo de pasión, emoción y vitalidad. El rojo atrae a la suerte y el dinero, de ahí la afición de los chinos por el color rojo. En el albor del nuevo día y año, las uvas, tan valencianas, serán protagonistas junto al compás y ritmo de las campanadas y el cava.

 Esta tradición de uva por campanada viene de 1909, cuando los cosecheros del Vinalopó no podían con tanto excedente de uva e inventaron darles salida en Nochevieja. Ahora se ha pensado en hacer lo mismo con las naranjas y las mandarinas. Los cavas valencianos son muy buenos. Y en el momento cumbre del brindis, dentro de la copa tiene que haber una joya de oro, un anillo, por ejemplo. 

Lo más recurrente. Con ellas, toda una liturgia, besar a la persona amada felicitándole y deseándole lo mejor, brindar por el nuevo tiempo que comienza. Besar a las personas que amas en noche tan especial es según los cánones al uso asegurar que a lo largo del año permanecerás muy unido a ellas.

Previamente, en lo tocante a lo gastronómico, siempre suele producirse un desfase, cuando lo correcto y más apropiado es la austeridad y contundencia de las lentejas, primera invocación a la prosperidad. La sencillez de las lentejas habla de solidez y salud, de normativa básica, de rigor nutriente y económico. Los italianos, pueblo también mediterráneo, son los que más practican esta costumbre. 

Rituales y sortilegios en la Nit de Cap d´Any

Cenar con las ventanas abiertas

Antes de la cena se escriben en un papel los deseos que uno quiere para sí. En el nuevo año, Ninou. El papel se ha de quemar tras el brindis. Durante la cena, las ventanas deben estar abiertas, en lugares de mucho frío, con que haya una ventana entornada sobra. Ello permitirá el tráfico de energías y que las negativas se marchen, entrando las positivas. También ayudará a expulsar cualquier conato de coronavirus que hubiera.

Al toque de las 12 horas, todas las luces de la casa deben estar encendidas y las puertas abiertas, para que la nueva etapa entre con todo su resplandor y vitalidad, se sienta a gusto, y entienda que es bien recibida, presagio de que todo el año va a ser luminoso y vistoso. Lejos los tiempos del decrépito y fenecido año. En cada campanada, se insiste en un deseo, generalmente coincidentes con los expresados por escrito. Con anterioridad, la casa ha debido ser bien barrida, echando de ella lo negativo, sobre todo el coronavirus. Hay quien la barre tras las campanadas, expulsando lo malo.

Se pide salud, tras la solicitud de amor y restará el dinero. Otra costumbre en los zapatos poner dinero, para que el caminar nos encamine a él, o para atraerlo. Dinero que puede ser alguna moneda o billete.

Los más rigoristas de estas costumbres apuran los ritos hasta el extremo encendiendo velas por todas las estancias: Dorada: Para atraer el dinero y la abundancia. Roja: Para avivar la llama del amor. Rosada: Para encontrar un amor ideal en tu vida. Azul: Para lograr tus metas profesionales o cambiar de trabajo. Verde: Para la salud. Amarilla: Para atraer los negocios. Blanca: Para sanar cualquier relación o simplemente adquirir paz. Morada: Para transmutar lo negativo en positivo y alejar las energías negativas.

Los más ritualistas, aficionados a los sortilegios, a leer el futuro, o a intentar averiguar el suyo, tienen otras costumbres añadidas. A medianoche colocan un huevo en un vaso bajo una cama durante 24 horas. Si la clara se torna como un barco, viaje largo. Si tiene forma de casa, cambio de vivienda. Dos figuras con burbujas, boda. Si hay muchas burbujas, mucho dinero, al contrario, poco. Si se forma una mancha oscura, luto. Si el huevo se hunde, desgracias y mala suerte.