Los Reyes Magos dejaron los regalos casa por casa con el termómetro registrando la madrugada más fría de los últimos cuatro años. Las temperaturas mínimas en la Comunitat Valenciana rozaron los 10 grados bajo cero en Ademuz donde se registraron 9,7 grados bajo cero, la temperatura más fría de toda la autonomía.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Vilafranca del Cid y Fontanars dels Alforins fueron tras Ademuz los pueblos más fríos de la Comunitat Valenciana al caer por debajo de los 8 grados. Villena y Jalance les siguieron de cerca con un -7,7 grados.

Más allá de los registros de históricos, el frío trae sus consecuencias. Una de ellas es que la demanda de gas butano para estufas y calefacción se ha disparado hasta el punto de agotarse de manera puntual las bombonas en los almacenes.

Hasta el momento no ha habido ningún problema de suministro, dado que las existencias se han podido reponer de inmediato, pero los puntos de distribución y venta no dan abasto ante el volumen de trabajo que supone este enorme incremento del consumo.

Al frío se le añaden factores como la pandemia y sus restricciones que obligan a quedarse en casa, lo que incide todavía más en la necesidad de mantenerla caliente. La previsión ha metido el miedo en el cuerpo a la población que prefiere estar prevenida ante la ola de frío que ya se nota y contar con un buen equipamiento.