«¿Pero que no podía venir a las rebajas? No sabía nada, no lo han anunciado en ninguna parte y yo no he visto ningún control», afirma una vecina de Alberic que acudía con sus dos hijas a realizar sus compras al centro comercial MN4 situado en Alfafar, pese a que ayer entraba en vigor el cierre perimetral de esta localidad junto a los municipios de Massanassa, Sedaví, Benetússer y Llocnou de la Corona, por la alta incidencia del virus.

Aunque en un primer momento parecía que la zona Alfafar Park donde está Ikea y MN4 no entraba dentro del cierre perimetral, ayer mismo fueron los propios centros los que avisaban a su clientela de que sólo podían acceder a comprar en sus instalaciones las personas empadronadas en los cinco municipios afectados por el cierre perimetral. «Debido a las nuevas restricciones aplicadas por el Gobierno autonómico y cuidando al detalle todos los protocolos de salud y seguridad, a partir del 7 de enero es accesible para los municipios de Alfafar, Sedaví, Massanassa, Benetusser y Llocnou de la Corona», era el anuncio que se podía leer en la página de Facebook de Ikea.

Una restricción que también confirmaban fuentes de MN4 consultadas por este diario, y que vienen a ratificar la petición formulada por los cinco alcaldes de los municipios afectados por el cierre perimetral, que el miércoles mantuvieron reunidos con las fuerzas de seguridad para establecer controles de movilidad.

Sin embargo, ayer por la mañana las calles vacías de los núcleos urbanos contrastaban con la actividad en el entorno del centro comercial Alfafar Park, con gente entrando y saliendo con bolsas llenas de las primeras compras de rebajas y aparcamientos con un considerable número de coches estacionados. Dentro de los establecimientos no se controlaba la procedencia de los clientes, ni tampoco, al menos a primera hora de la mañana, había ningún control policial o de la Guardia Civil en los accesos.