Los límites a los contactos sociales en días especialmente duros de la pandemia de coronavirus, o la necesidad de tener vías libres ante los trabajos que aún hay pendientes tras el temporal tuvieron un escaso poder disuasorio. Las peticiones de alcaldes, autoridades sanitarias y el llamamiento de la subdelegación de Gobierno no frenaron a los domingueros, que ayer volvieron a aparecer por en los municipios del interior de Castelló.
La comarca de Els Ports fue el epicentro. En Morella el paseo de la Alameda se convirtió en un parque de aventura. Algunos llegaron a sacar hasta los trineos. En las principales calles, ahora ya transitables tras una intensa semana de trabajos de acondicionamiento tras el temporal, los turistas animaron la fría mañana en la que la temperatura máxima no superó los 6 grados.
Los bares y restaurantes volvieron a completar aforos a la hora de la comida. Los hoteles y casas de turismo rural también notaron la atracción de la nieve con nuevas reservas a lo largo de la semana. El alcalde, Rhamsés Ripollés, remarcó la importancia de respetar las señalizaciones y los trabajos para limpiar pistas.
«Los ganaderos y agricultores nos dan, como siempre, una lección de trabajo y superación delante de episodios como los que estamos viviendo. Es fundamental respetar las indicaciones y no aparcar en accesos no permitidos», reclamó el primer edil.
Mientras en Morella la situación parece que comienza a estabilizarse tras el medio metro de nieve acumulado esta semana y las tareas de coordinación para evitar los colapsos, en otros municipios más pequeños también comenzaron a controlar las llegadas de domingueros, como en Ares. A diferencia del fin de semana anterior, esta semana la aglomeración de vehículos estuvo mucho más controlada gracias a efectivos de Protección Civil.
En este sentido se pronunció la alcaldesa, Esther Querol. «Volvemos a tener turismo que viene atraído por la nieve, pero esta semana tenemos una patrulla de Protección Civil y les indicará dónde pueden aparcar, no tiene nada que ver con el descontrol de la semana pasada», dijo.
La primera edila destacó que, afortunadamente, ahora la situación con respecto a la pandemia en el municipio está controlada. «Ahora no tenemos casos positivos y esperamos continuar así y que la llegada de más gente durante el fin de semana no cambie esta situación».
Otro foco de atracción fue Culla. El consistorio, ante la previsión de restaurantes y bares llenos, hizo un llamamiento para evitar peligros tanto en la carretera como en las calles por la presencia de hielo y por los desprendimientos desde las cornisas.
