El alcalde vacunado de El Verger, Ximo Coll, no se mueve. Sus compañeros del PSPV han quedado descolocados. Y la oposición, Compromís y PP, están dispuestos a llegar hasta el final (la moción de censura contra natura, contra Botànic si se quiere) para remover al munícipe.

«No voy a dimitir. Me ha elegido el pueblo. Solo me podéis echar con una moción de censura o los vecinos en las elecciones», afirmó ayer Ximo Coll en el pleno que había convocado la oposición para obligarle a marcharse. No se votó nada. El pleno no podía imponer al munícipe una decisión, la de dejar el cargo, que es personal.

Eso sí, el alcalde aseguró que acatará el resultado del expediente que le ha abierto su partido, el PSPV, que también le ha suspendido de militancia, y la investigación de la conselleria de Sanidad. Dimitirá si se demuestra que tanto él como la alcaldesa de Els Poblets, Carolina Vives, que es su esposa, se aprovecharon de su cargo para que les inyectaran la primera dosis de la vacuna.

Ayer insistió en que le telefoneó la coordinadora del centro de salud de El Verger, del que ahora depende también Els Poblets, y le dijo que acudiera junto a Vives a ponerse la vacuna. Reiteró que allí les explicaron que sobraban dosis y se iban a perder ya que había sanitarios a los que no se les podía inyectar por estar en cuarentena o con gripe o por que eran reticentes a vacunarse. «Vuelvo a pedir disculpas públicas. Pero recalco que no hubo trato de favor ni nos saltamos el protocolo», dijo Coll.

El portavoz de Compromís, Basili Salort, lamentó que el alcalde perdiera ayer la oportunidad de «quedar como un hombre» e irse a casa. Sostuvo que obcecarse en seguir en el cargo es «prolongar la agonía y el calvario». «Debía haber asumido su responsabilidad por su vacunación indebida, por su ‘tour’ por todas las televisiones y por criminalizar a sanitarios y policías».

«Sí, al final, le hemos arrancado el compromiso de que dimitirá si así lo propone el expediente que tiene abierto. Pero debía haber renunciado ya», advirtió Salort, que indicó que esperaba que ayer los ediles del PSPV hubieran sido «más valientes» en lugar de parapetarse en que hay una investigación abierta y no quieren precipitarse.

El portavoz valencianista emplazó a los socialistas a iniciar una nueva etapa de «colaboración» sin Ximo Coll. Pero también dejó claro que «hay que contemplar todas las opciones que están sobre la mesa». «Estamos en un momento político que pide medidas excepcionales. Y debemos estar a la altura».

Más claro, agua. Compromís, si el alcalde no se aparta y si los concejales socialistas no se mueven, presentará con el PP una moción de censura. Salen los números. Son seis ediles frente al gobierno en minoría de cinco concejales del PSPV.

«Queréis asaltar la alcaldía con una cuestión menor», recriminó a la oposición Coll, que aseguró que Salud Pública y Marina Salud, la concesionaria de la sanidad en la Marina Alta, han avalado que se le inoculara la dosis porque «una premisa fundamental es no desperdiciar vacunas».

Mientras, la portavoz popular, Adela Moncho, infirió que el alcalde se había empeñado en que el pleno de ayer, en el momento más crítico de contagios, fuera presencial y no telemático para «seguir saciando sus ansias de protagonismo». «Su partido le pide que abandone. Los ciudadanos necesitan líderes responsables y coherentes. Por favor, no nos siga abochornando», le espetó la popular.

El pleno fue, como poco, peculiar. Para cumplir las restricciones, la prensa tuvo que seguir las intervenciones desde las ventanas. La cosa podía tener su sentido etimológico. Pleno por la «finestra» para defenestrar al alcalde.

La tensión política también ha ido subiendo en Rafelbunyol a medida que pasan los días y el alcalde socialista, Fran López, no informa sobre la decisión que ha tomado, después de que el PSOE le pidiera la dimisión, lo que ratificaba este fin de semana el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y secretario general del PSPV. López recibió la vacuna el primer día que el cargamento llegó a la Comunitat Valenciana, ya que la residencia municipal de esta población fue la primera en la que los y las mayores fueron inyectados. El hecho trascendió semanas después.

Ahora, los tres grupos de la oposición han forzado un pleno extraordinario, que pidieron formalmente el pasado viernes y que López tendrá que convocar antes del 12 de febrero, fecha en la que que tendrá que celebrarse de forma automática, tal y como establece la legislación. En esa sesión, el Partido Popular, Compromís y Ciudadanos pretenden que dé explicaciones y anuncie su dimisión, una medida que, fuentes socialistas cercanas al alcalde indican que no está dispuesto a tomar, hoy por hoy.

El portavoz de Compromís per Rafelbunyol, Mario Carrera, considera «vergonzoso e incomprensible» que a estas alturas Fran López no haya dejado el cargo y el acta. Por ello, una concejala de este grupo le preguntó ayer directamente en una de las comisiones informativas convocadas para el pleno ordinario de la semana que viene. «Pero se limitó a decir que eso no estaba en el orden del día», critican en Compromís per Rafelbunnyol.

Por su parte, Ciudadanos pidió ayer a la Generalitat que «abra expediente sancionador al alcalde por vacunarse contra la covid-19 antes de que le tocase», segúnsu portavoz, Asunción García Botet, que vaya «más allá de la que la vicepresidenta Oltra anunció sobre por qué el alcalde estuvo en la residencia cuando no podía entrar personal ajeno a la misma».Cs quiere conocer el protocolo de contingencia de la residencia y el listado de personas que se han vacunado en nuestro municipio

Este diario ha intentado en repetidas ocasiones hablar con Fran López para conocer su decisión y no ha habido respuesta.