Durante los primeros meses de la pandemia en 2020 se produjo en España un desabastecimiento generalizado de mascarillas y guantes para protegerse frente el covid-19. Esa escasez provocó un aumento desmedido de su precio y abrió una oportunidad de negocio para muchos empresarios con capacidad para comprar dicho material. Pero no fueron sólo empresarios. Las escuchas policiales de la investigación para desmantelar una trama de presunto blanqueo de dinero del crimen organizado de Rusia revelan un cruce de llamadas entre el abogado ruso detenido en la operación y el actual concejal de Seguridad Ciudadana, Emergencias y Playas de Benidorm, el popular Lorenzo Martínez Sola, donde éste le pide asesoramiento sobre la compra de mascarillas ante la posibilidad de hacer negocio y hablan de los beneficios que podrían obtener como intermediarios.

Según señalan en la causa la Policía Nacional y la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, que también ordenó el arrestó de Lorenzo Martínez Sola como presunto autor de un delito de tráfico de influencias y fue puesto en libertad pocas horas después de su arresto, el concejal popular vio «la posibilidad de hacer negocio con la pandemia del covid-19» a través de la compra de al menos cuatro millones de mascarillas, con la que obtendría «un rendimiento económico como comisión por sus labores de intermediación».

Llamadas en plena pandemia

Las llamadas se realizaron a principios del mes de febrero, cuando la situación era «crítica en China» por el coronavirus. Según la Policía, en el análisis de las llamadas entre el edil y el abogado ruso Alexey S., afincado en Altea, el concejal de Benidorm no sólo le pidió asesoramiento por las dificultades para ejecutar una venta en España, sino que le propuso entrar en el negocio para obtener beneficios y le pidió que le buscara clientes en Rusia.

En unas llamadas realizadas el 5 de febrero de 2020, Martínez Sola le confirma a Alexey que «las acabo de vender todas», pero añade poco después que tiene localizadas dos millones de mascarillas y que iba a realizar un pedido para Estados Unidos. El abogado ruso le dice que lo cancele y el concejal le contesta que se las guarda si se las reservaba antes de dos días.

En otra llamada de ese mismo día, el edil le dice que ha conseguido dos millones que en cinco días estarían en Madrid y además le confiesa que iba a hablar con su gestor para ver cómo se planteaba la operación porque el comprador quería realizar la operación directamente con el fabricante, sin que hubiera intermediarios. Al día siguiente se produjo otra llamada en la que, según señala la Policía en un informe, Lorenzo Martínez Sola «parece estar teniendo problemas con la gente a la que pretendía venderle las mascarillas, lo cual, añadido a lo observado en anteriores llamadas, hace sospechar que, pese a pretender una comisión para sí mismo por hacer de intermediario con las mascarillas, esta podría resultar problemática -quizá a raíz de su puesto como concejal de Seguridad y Playas del Ayuntamiento de Benidorm-».