Más cerca de Madrid y también más cerca de Europa. La puesta en funcionamiento de la nueva línea de alta velocidad entre Monforte del Cid, Elx y Orihuela permite desde ayer conectar la ciudad natal de Miguel Hernández con la capital de España en 2 horas y 22 minutos, y fija el trayecto entre el territorio ilicitano y Puerta de Atocha en 2 horas y 10 minutos. En total, ha supuesto una inversión de 1.493,5 millones de euros en habilitar un ramal que se extenderá hasta Murcia y que, desde ayer, suma 54 kilómetros de vías habilitadas para la circulación del AVE y, a su vez, para el futuro corredor mediterráneo, que enlazará el sur de España con Hungría.

«La inauguración de este tramo implica una mayor conexión, una mayor accesibilidad, una mayor optimización del tiempo y una mayor oferta del sector ferroviario», defendió ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien destacó que la pandemia sanitaria de covid no solo no retrasa proyectos prioritarios como este, sino que incluso los «acelera». La línea aspira a tener hasta cuatro frecuencias diarias de ida y vuelta con la capital.

Sánchez se desplazó ayer a Alicante para protagonizar la puesta en marcha del nuevo tramo de la alta velocidad. Lo hizo acompañado del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; mientras que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y los alcaldes de Elx y Orihuela, Carlos González y Emilio Bascuñana, respectivamente, actuaron como anfitriones. El jefe del Ejecutivo defendió la relevancia del corredor mediterráneo por su «importante función social», un proyecto que «no solamente hace que podamos mejorar competitividad, crear empleo y crear empresa» sino también «fortalecer la cohesión territorial» y también «fortalecer la economía», tanto de la C. Valenciana como del resto de España, en sectores tan importantes como el turismo, la industria, la agricultura o la logística. Al respecto del desarrollo de estas infraestructuras, Sánchez dijo que la «visión de futuro» de su Gobierno pasa por poner en valor la importancia de los denominados «corredores en red», rompiendo así la preponderancia del esquema radial. Por su parte, el ministro Ábalos subrayó que la inauguración de la línea de ayer no solo supone la puesta en funcionamiento de un tramo de alta velocidad, sino que «comienza la mejora del transporte y la movilidad global levantina».

Ximo Puig, por su parte, calificó la llegada del AVE al sur de la C. Valenciana como un «histórico cambio de agujas» que ayudará a vertebrar el territorio y a mejorar la cohesión de España, acercando este territorio al deseado corredor mediterráneo. El jefe del Consell aprovechó la visita de Sánchez y Ábalos para reivindicar que se siga invirtiendo en el corredor mediterráneo y destacó la necesidad de que «los trabajos, de norte a sur, sigan avanzando, con especial énfasis en el tramo Xàtiva-La Encina», puesto que eso es algo que «permitirá viajar en AVE entre Alicante y Valencia, y de Castellón a la Vega Baja». También pidió el cambio de ancho entre Castellón y Tarragona «para conectar al Corredor nuestras mercancías y ciudadanos» y, puestos a pedir, volvió a reclamar una vez más una «financiación justa» para la C. Valenciana.

Cruce de acusaciones PP-PSPV

El evento no contó con la presencia de autoridades del Partido Popular. Pese a que estaba prevista la asistencia del alcalde del Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala, fuentes municipales disculparon la presencia del primer edil por encontrarse «indispuesto». Tampoco hubo representación del Gobierno de la Región de Murcia, hecho que provocó un cruce de acusaciones entre el PSPV y los populares. La ausencia de los populares suscitó las críticas del PSPV. Ambas formaciones se reprocharon mutuamente un «boicot» al acto y haber hecho «propaganda en el peor momento de la pandemia».