La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ha cuestionado esta mañana en rueda de prensa la prórroga de las últimas restricciones acordadas por el Consell para frenar la pandemia, medidas que, entre otras cuestiones, adelantan el toque de queda a las diez de la noche, cierran permitralmente las entradas y salidas los fines de semana en las ciudades de más de 50.000 habitantes y el cierre total de la hostelería. Bonig, a diferencia de la posición mantenida hasta ahora, ha puesto en solfa el resultado de las restricciones y ha subrayado que, pese a ellas, los índices de contagio e ingresos son los más elevados de España. “Es un desastre”, ha dicho. Bonig ha exigido el informe técnico de las personas expertas a las que consulta el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como condición para respaldar las medidas. Además, ha indicado que si las restricciones continúan hay que habilitar “ayudas en vena” y bajar los impuestos y ha vuelto a reprochar a Puig que no la haya llamado para consultarla.

Cabe recordar que el jefe del Consell se decanta por prorrogar estas medidas después de escuchar a la comisión de expertos y cuando la curva sigue alta en la Comunitat Valenciana.

Para la presidenta popular “restricción por restricción” no sirve de nada si no va acompañada de una “gestión sanitaria”. La posición del PP coincide con la de otros dirigentes como la presidenta popular de Madrid, Isabel Ayuso, en contra de cerrar los bares y la hostelería. Bonig entra en este debate en un momento en que acaba de conocerse que la justicia en el País Vasco ha ordenado la reapertura de la hostelería y cuando este sector está muy movilizado, también en la Comunitat Valenciana, para acabar con el cierre.