La Sociedad Española de Ornitología (Seo Birdlife) ha otorgado el título de "Ave del año" al vencejo común, siguiendo una costumbre que cuenta con varios lustros. El vencejo común es denominado científicamente (Apus apus), nombre que proviene del griego antiguo apous que significa "sin pies" en referencia a sus costumbres aéreas, y que hace referencia al escaso desarrollo de sus patas.

El vencejo común es un ave en general de color negro, con el mentón blanquecino; ojos prominentes; alas falciformes, es decir, en forma de media hoz o de media luna. El vocablo proviene del genitivo del término latino falx que significa hoz más un derivado de forma. Boca muy ancha y grande y rematada con un pico pequeño; patas muy cortas sin pulgar oponible y garras pequeñas pero de presa con uñas negras extraordinariamente fuerte que les permiten agarrarse a superficies verticales. Levita durante 10 meses ininterrumpido, sin posarse. Cola ahorquillada. Parecen pequeños, pero son grandes.

Se dice que anuncian el buen tiempo. Cuando los vemos merodear por las ciudades y oímos la emisión de su trino, se les identifica de inmediato. Un alumna mía del Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer, dónde imparto clases extraescolares de educación ambiental a 100 alumnos de ambos sexos de primero y segundo curso de Educación Secundaria Obligatoria, me dijo: profesor, me he encontrado un pájaro y quisiera alimentarlo para que se cure y, posteriormente, poder liberarlo. Le expliqué que lo que se había encontrado era un vencejo común, que tienen las patas muy cortitas pero muy fuertes y que si caen al suelo, sus patas tan cortitas le inhiben poder impulsarse para poder emprender el vuelo. También le dije que son muy beneficiosos para el medio ambiente que nos rodea porque se alimentan de plancton aéreo, es decir, insectos. Le recomendé que antes tenía que llevarlo al veterinario para que lo reconociese. Y le expliqué cómo alimentarlo, que es complicado, pero que merecía la pena intentarlo. Le expliqué que si lograba sacarlo adelante que se debe llevar al mismo lugar dónde lo había hallado e impulsarlo con sus manos suavemente hacia arriba para que el ave tome impulso y pueda emprender el vuelo.