El Instituto de Ingeniería Energética (IIE) de la UPV y la ingeniería energética valenciana Genia Global Energy, con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), llevarán energía renovable a una zona aislada de Honduras.

El proyecto tiene el objetivo de dotar de energía fiable y limpia a la pequeña comunidad rural de El Santuario, aislada de la red eléctrica, en el departamento de Choluteca (Honduras).

La comunidad de El Santuario se encuentra en pleno Corredor Seco Mesoamericano, una de las zonas más expuesta a agentes climatológicos extremos --grandes sequías en alternancia con lluvias torrenciales--, donde viven 3,5 millones de personas en situación de riesgo humanitario, un 40% de las cuales ubicadas en Honduras (FAO, 2016).

La población no dispone de otra energía eléctrica que la que proporcionan los generadores diesel privados y el principal combustible de uso doméstico es la leña.

El Instituto de Ingeniería Energética de la UPV ha diseñado una microred de energías renovables que combina solar fotovoltaica y gasificación de biomasa gestionadas de forma inteligente para suministrar energía limpia suficiente para las labores domésticas y agrícolas de los 500 habitantes de la comunidad.

Genia Global Energy se encargará de instalar una planta solar fotovoltaica de 52kWp y un gasificador de biomasa, también para producción de electricidad de 25kW, así como toda la red y elementos necesarios para su gestión.

Una vez implantado el sistema, El Santuario pasará a abastecerse íntegramente a partir de fuentes de energía renovables como el sol y la madera de pino encino sobrante del manejo forestal, reduciendo así las emisiones de gases contaminantes de la leña y los generadores diesel a la atmósfera.

El proyecto busca, además de cubrir las necesidades de los hogares de la localidad, abastecer la iluminación en los espacios comunes, en especial la escuela, y permitir nuevos procesos productivos al hacer posible la refrigeración de alimentos y su procesado con maquinaria.

De esta forma se promueve el acceso a la energía como bien básico, y se facilita el progreso y el desarrollo económico de forma sostenible.

La red será gestionada y mantenida por toda la comunidad, que ha recibido la capacitación necesaria y todos los habitantes serán copropietarios con derecho a una cantidad de energía básica.

El uso de la biomasa para generar gas frenará el consumo de leña como principal combustible, del que se queman entre 10 y 20 kilos al día por vivienda, lo que acaba produciendo problemas de deforestación y de salud para los habitantes.

El proyecto está muy avanzado y pendiente de las restricciones por Covid para su finalización. Dejará un sistema eléctrico plenamente operativo en El Santuario a comienzos de 2022 y servirá como ejemplo para su replicación y escalabilidad en otras comunidades rurales aisladas.