El cuarto fin de semana consecutivo de cierre perimetral de las dieciséis grandes ciudades de la Comunitat Valenciana arrancó ayer, a las tres de la tarde, con normalidad y sin que se registraran retenciones de tráfico destacadas, según informaron fuentes policiales. El primer fin de semana fue el que provocó los grandes atascos en las entradas y salidas.

A lo largo de 63 horas, hasta las 6 de la mañana del lunes, no se podrá entrar ni salir de las localidades de la Comunitat Valenciana de más de 50.000 habitantes salvo causa justificada, como regresar a la vivienda habitual, acudir a un centro sanitario o al trabajo, o para cuidar a personas vulnerables. Este confinamiento perimetral afecta a las nueve grandes ciudades de la provincia de Alicante (la capital, Alcoi, Benidorm, Elx, Elda, Orihuela, Petrer, San Vicent del Raspeig y Torrevieja); a las cinco de Valencia (València, Torrent, Sagunt, Gandia y Paterna), y a las dos de Castelló (la capital y Vila-real). Se trata de una medida que busca reducir la movilidad para que descienda la propagación del coronavirus, que volverá a repetirse el próximo fin de semana -que sería el último si el Consell decide suavizar las restricciones el 1 de marzo-, y que afecta al 46 % de la población de la Comunitat Valenciana, ya que en estas localidades viven alrededor de 2’3 millones de habitantes

Por otro lado, la Guardia Civil de Valencia informó ayer de que en los cierres de puntos perimetrales de la provincia se ha incautado 12 kilos de cocaína y cerca de 30 kilogramos de marihuana, en la última semana. La Guardia Civil, además de vigilar los desplazamiento injustificados, en varios puntos de los controles también llevan a cabo el control del tráfico, y la vigilancia del transporte terrestre con inspecciones de equipajes. Ahí es donde se han detectando las sustancias ilegales.