El juicio por un delito de lesiones causadas por imprudencia profesional contra el conocido cirujano maxilofacial Luís Senís quedó ayer visto para sentencia tras un exhaustivo interrogatorio de más de cuatro horas a los peritos encargados de aclarar si el facultativo actuó de forma negligente al no extirpar el cálculo detectado en una paciente de 69 años a la que practicó una submaxilectomía con extracción de la glándula submaxiliar izquierda en el Hospital Virgen del Consuelo de València en mayo de 2015. Tras las pruebas aportadas por los expertos, fue el turno del propio acusado, quien a petición de la defensa declaró en último lugar una vez puestas las cartas sobre la mesa de este tapete quirúrgico.

Senís, quien todavía tiene pendiente una causa por tráfico de drogas y que se vio inmerso en una polémica con la difusión de unos vídeos sexuales en los lavabos de su clínica, negó tajantemente cualquier posible mala praxis en la intervención a dicha paciente y alega que la denuncia contra él es una «treta para inhabilitarlo» orquestada por el que era presidente del Colegio Oficial de Odontólogos de Valencia.

El cirujano, que se enfrenta al pago de una multa de 13.500 euros y a dos años de inhabilitación, asegura que la infección que detectaron no era mortal y que si no intervino en la segunda operación es porque la paciente acudió directamente a otro especialista.