Tras dos semanas abiertos a medio gas, la flexibilización de las restricciones anunciadas ayer por el Consell para los bares y restaurantes de la Comunitat Valenciana hizo por fin sonreír al sector. Desde el próximo lunes podrán reabrir el interior de los locales a un tercio del aforo y utilizar las terrazas al máximo de su capacidad. Su otra reclamación para esta revisión de restricciones, la de la ampliación horaria, no fue atendida por el momento y deberán seguir cerrando a las 18.00 horas. Pero esa será la próxima batalla.

La hostelería no podía ocultar ayer su satisfacción por una relajación de las restricciones que, ahora sí, hará que la «inmensa mayoría» de los establecimientos retomen su actividad. Así lo aseguró ayer el presidente de la patronal del sector (Conhostur), Manuel Espinar, en declaraciones a este diario. «Había 15.500 locales sin terraza que no podían trabajar. Tenían que autorizar la reapertura de interiores sí o sí para que ellos pudieran levantar las persianas y otros muchos pudieran empezar a trabajar».

Espinar hace referencia, además de a esos negocios sin espacios al aire libre, a aquellos que no habían abierto desde el regreso de la hostelería el pasado 1 de marzo porque, en opinión de la patronal, las condiciones no permitían que fuera rentable. Un porcentaje que elevan hasta el 60 %.

«No podemos cerrar»

A partir del lunes, el reto de los bares será desescalar sin despeñarse. Desde Conhostur ya comenzaron a llamar ayer a la reactivación de la demanda y de la confianza del consumidor en sus locales de cara a Fallas, lo que deberán conjugar con que la evolución sanitaria se mantenga a la baja.

«Vamos de cara a Fallas y el sentimiento fallero se notará», avanzaba ayer Espinar. «Pero pedimos mucha precaución, porque no podemos volver a cerrar. Si nos vuelven a cerrar será una verdadera locura». El líder empresarial estima que los cierres definitivos, que ahora cifra en el 30 %, podrían dispararse hasta el 60 % si posibles repuntes en los contagios obligan a dar pasos atrás en este proceso de reapertura paulatina.

Por eso, la patronal ponía el foco ayer en los usuarios. «La hostelería ha cumplido y tenemos los protocolos más estrictos. Pero si la sociedad quiere que sigamos abiertos tiene que haber un instinto de responsabilidad muy alto», defendió Espinar en una llamada a la responsabilidad individual.

A diferencia de los anteriores decretos de restricciones, el que entrará en vigor el lunes se extenderá hasta el 12 de abril, casi un mes y no dos semanas como venía sucediendo hasta ahora, para dar cobertura a la Semana Santa, el otro punto crítico además de la semana fallera.

En ese sentido, Conhostur ya avanzó ayer que seguirán presionando para flexibilizar mas sus restricciones y, «si todo el mundo es responsable, en menos de dos semanas» solicitarán al Consell la ampliación del horario laboral «hasta el toque de queda» y elevar el aforo interior al 50 %.

La necesidad de las ayudas

Por su parte, la Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería mantuvo una postura mucho más beligerante que la patronal y acusó a la Generalitat de «aniquilar» al sector por imponer las medidas durante todo un mes, lo que «prorroga la agonía» de las familias hosteleras. Para la Ceoh, «resulta inconcebible» que unas restricciones «tan drásticas» no vayan acompañadas por un «plan de choque contundente» que «garantice la supervivencia» de los bares y restaurantes, y denunció que las ayudas del plan Resistir «no han llegado a las empresas».

El ocio nocturno se siente agraviado: «¿Dónde está la diferencia?»

La patronal del ocio nocturno, Fotur, lamentó ayer en un comunicado que la Generalitat «no haya tenido en cuenta» al sector y lo haya dejado «tirado en la cuneta». El ocio pedía retomar espectáculos al aire libre, música en directo y la apertura de bingos, reclamaciones que no fueron atendidas. Ante esas negativas, unidas a las concesiones a hostelería y gimnasios (que Fotur celebró), la patronal dijo sentirse agraviada y preguntó al Consell «dónde está la diferencia» entre unos locales y otros.