El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer una orden por la que establece la exigencia de una prueba diagnóstica de infección activa para SARS-CoV-2 con resultado negativo, realizada en las 72 horas previas a la llegada de España, para los pasajeros procedentes de Francia también por vía terrestre.

Esta orden se suma a la que establecía que los ciudadanos procedentes de Francia que viajaran por vía aérea o marítima tenían que presentar una prueba negativa, por lo que a partir de ahora todos los viajeros de Francia, entren por donde entren, están obligados a presentar esta PCR negativa para acceder a España.

De este modo, todas las personas, mayores de seis años, procedentes de zonas de riesgo de Francia que lleguen a España por vía terrestre deberán disponer de una prueba PCR con resultado negativo.

Turismo de alcohol

Esta decisión del Gobierno llega en un fin de semana marcado, nuevamente, por la llegada de turistas a Madrid y la imagen de jóvenes franceses bebiendo en las calles, que suscitó el debate político, pues la izquierda acusa a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de convertir Madrid en un destino de borrachera durante la pandemia.

El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, aseguró, en cambio, que los turistas franceses no acuden a la ciudad de Madrid para beber por las restricciones más laxas, sino por el «atractivo innegable» de ser la «única gran capital europea» que tiene «abierta prácticamente toda la cultura», apuntó.

La polémica sumó una nueva imagen, la del fotógrafo Olmo Calvo para el diario El País, que muestra un grupo de personas que el viernes cantaba, tras el toque de queda, en la calle Espoz y Mina de la capital. La mayoría no llevaba mascarilla y se arremolinaban sin distancia de seguridad.

Ayer, Gautier Lekers, encargado de negocios de la Embajada de Francia en España, pidió a los jóvenes franceses que eviten venir a España. En caso no ser así, reclamó que al menos respeten las restricciones impuestas para evitar contagios de coronavirus.

Lekers señaló que Francia no puede prohibir a sus ciudadanos que viajen a España aunque recalcó que no se debe exagerar «un fenómeno que no existe», en clara referencia al turismo de borrachera que se da en el centro de la capital española.