Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los investigadores salen a la calle para exigir el fin de la precariedad laboral

«Es un sinvivir porque no sabes si el año que viene vas a trabajar», advierten

Una pareja muestra un cartel ayer durante la concentración para exigir mejores condiciones. | GERMÁN CABALLERO

Acabar con la precariedad en el personal investigador, garantizando su pleno derecho laboral desde el inicio al final de la carrera. Estas son las principales reivindicaciones del colectivo investigador que se concentró ayer para exigir mejoras en el centro de la ciudad de València.

Una protesta que se celebró en distintos puntos de España y estuvo organizada por la Coordinadora Marea Roja de la Investigación, que reclama que no se modifique la actual Ley de Ciencia, «es un paso claramente atrás», y se abra una mesa de negociación para redactar una nueva normativa.

«Solo queremos dormir por la noche», aseguraba ayer Rafael Vázquez, investigador del Instituto de Investigación La Fe y vocal de la Asociación Nacional de Investigadores hospitalarios, «la gente tiene hijos, hipotecas que pagar. Es un sinvivir porque no sabes si el año que viene vas a trabajar», afirma y denuncia que hay una «dejadez y despreocupación» por parte de los gestores. «Quieren vender que les importa la ciencia pero en realidad están vendiendo humo», subraya.

«La ciencia está fatal en todo el país», asegura Rafael Vázquez, que tiene 49 años y trabaja en la IIS La Fe, donde la precariedad laboral afecta a cerca del 95 % de las algo más de 300 personas trabajadoras. Aunque reconoce que en la Comunitat hay «algo de inversión», afirma que lo que más preocupa es la «precariedad laboral».

Lamenta que en la reforma de la ley no se mencione a los investigadores hospitalarios que, precisa, son «los que hacemos la biomedicina, microbiología, virología y forman a los doctorandos que serán los futuros Margarita del Val. Sin nuestro trabajo no va a haber gente formada que pueda combatir una futura pandemia y no se nos considera», afirma.

Compartir el artículo

stats