Penélope se divorció hace un año y desde entonces no ha vuelto a ver a Stand y Mamba. Pese a intentarlo por todos los medios, no pudo hacer nada para que su exmarido se quedara con la custodia de sus mascotas, ya que los chips identificativos estaban a su nombre. El vacío que ha quedado en su vida es «gigantesco», puesto amaba a sus perros «como si fueran mis hijos».

A Penélope Ortega, sin embargo, le dieron ayer «una noticia fantástica». Le llamaron desde la protectora SOS Peludetes, en la que adoptó a Mamba, para inyectarle una dosis de esperanza: el Congreso admitió a trámite el pasado martes la proposición de ley de reforma del Código Civil para que los animales sean considerados seres vivos en lugar de cosas, y eso abre la puerta a que la Justicia declare la custodia compartida en caso de separación o divorcio. Penélope ya cuenta los días para que sea efectivo el cambio y pueda reclamar, al menos, la custodia compartida de sus canes.

«Desde luego es un día maravilloso, lo celebramos porque era muy esperado», explica Amparo Requena, presidenta de la sección de Derecho Animal del Colegio de Abogados de València. «Aunque la consideración de los animales como seres vivos estaba ya recogido en la normativa europea, y por lo tanto era aplicable en España, necesitábamos esta reforma de nuestro ordenamiento jurídico, porque era una asignatura pendiente», señala la abogada.

«En la sección de Derecho Animal del Colegio de Abogados nos llegan bastantes conflictos de esta materia cuando hay una ruptura de pareja. Vemos muchos casos donde la titularidad del animal es de uno de los dos, y en realidad la que se preocupaba o se hacía cargo, era la otra persona. Hay sentencias que ya han reconocido la custodia compartida, pero se ha peleado mucho para llegar a acuerdos entre las partes», señala Amparo Requena. En esa situación se encuentra el caso de Penélope, que tras divorciarse lo intentó «todo» para llegar a un acuerdo con su exmarido y disfrutar de la custodia compartida, pero según explica, él se aferró a que era el propietario de los chips.

«Capacidad de sentir»

La activista y abogada Amparo Requena considera que no tenía «ni pies ni cabeza que trataran a los animales como cosas, por fin dejan de serlo», celebra y explica que con esta protección jurídica «ahora los animales son animales, es decir, se les reconoce la capacidad de sentir y sufrir» y aventura que la nueva normativa «va a cambiar muchas cosas».

Además de reconocer la custodia compartida de las mascotas, Requena señala que, por ejemplo, los animales ya no se podrán embargar, puesto que actualmente el Código Civil los consideraba con cosas. Con todo, recuerda, las mascotas «se podrán seguir comprando y vendiendo porque evidentemente no se equiparan a las personas, pero sí se reconoce que son seres vivos».

Las protectoras de animales, como SOS Peludetes, también consideran que la nueva ley va a ser un significativo avance. Toñi Bravo cuenta que se han dado casos en los que, tras la separación de una pareja, «le hemos perdido la pista a los animales adoptados, a pesar de que hacemos un seguimiento exhaustivo de todos, incluso pasados los seis o siete años». La responsable de SOS Peludetes de Torrent lamenta que los animales «han sido utilizados en muchas ocasiones para vengarse de la pareja», y se han dado casos de extorsiones emocionales, «amenazando a la otra persona con llevar al animal a la perrera si no se quedaban con él, por poner en un ejemplo que hemos vivido».

El sufrimiento es algo que conoce de cerca Penélope. «Desde que perdí a mis perros lo he pasado muy mal. Yo los he criado, los he llevado al veterinario, y he pasado 24 horas con ellos si hacía falta. Que de repente me los quitasen fue muy duro», asegura la joven. Ahora la ley está de su parte.