El pleno del Ayuntamiento de Mutxamel tiene previsto abordar este jueves una propuesta del equipo de gobierno (formado por PP y Ciudadanos con apoyo externo de Vox) para cambiar la denominación de la actual «avenida de Enric Valor» por la de «avenida de España». La iniciativa ha generado una ola de protestas en la izquierda y en la cultura de la Comunitat Valenciana. Incluso el ministro de Cultura se manifestó.

El valenciano José Manuel Rodríguez Uribes afirmó ayer en Alicante que se trata de «un «error gravísimo» porque se quita el nombre «de alguien que divulgó el valenciano», algo que «no se entiende». «Seguramente hay (otras) calles nuevas que se pueden llamar España», dijo.

«Demuestra la alianza de PP y Vox, y que Vox arrastra a posiciones no propias de un gobierno local» porque se ataca «la identidad y memoria de todos», remarcó.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, calificó la propuesta de «una ignominia que no merece» el gramático. «Renunciar a él es como renunciar a Miguel Hernández, Azorín o Paca Aguirre: incultura», señaló. Puig ha difundido además en las redes sociales la campaña para reclamar que se mantenga el nombre de la avenida. Para el jefe del Consell, el asunto se enmarca en «este paradigma de odio y rencor que desgraciadamente vuelve a pasear por nuestras calles». «Si algunos supieran quién es, se les caería la cara de vergüenza. Enric Valor trabajó por nuestra cultura. Fue una persona decente, noble y honrada que se merece tener un calle en todas las ciudades. Por ello, dijo que la decisión «ha de tener reversión por la dignidad de todos».

La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) también ha considerado «un error» la iniciativa. «No parece el mejor ejemplo de tolerancia y respeto por uno de los grandes hombres de la lengua y la cultura de los valencianos». «En pleno siglo XXI resulta poco constructiva una actitud de este tipo, sin ninguna alternativa, y en cambio sí que dice mucho de la falta de sensibilidad por la figura del lexicógrafo de Castalla», publicó en sus redes sociales.

«Es tensar y tensionar y dar siempre la imagen de que el valenciano es conflictivo», añadió la secretaria de la institución, Verònica Cantó.

El grupo de Compromís en las Corts presentará una iniciativa para que la Generalitat entregue la Alta Distinción a título póstumo a Valor, que «mantuvo viva la llama de la lengua durante la dictadura». Fran Ferri se preguntó por qué a las tres formaciones de la derecha «les molesta tanto que Valor mantuviera la llama de nuestra lengua viva durante la legislatura».«Esto es lo que nos trae la extrema derecha», sentenció.

Carles Mulet llevó el caso ayer hasta el Senado. «Los botiflers podrán borrar el nombre de una calle, pero no la figura, ni la lengua ni el trabajo de Valor», dijo en la Cámara Alta.

Esquerra Unida, por su parte, ha remitido cartas con ejemplares de las Rondalles de Enric Valor al Ayuntamiento de Mutxamel. «No estaríamos hablando de esta decisión si la avenida llevara el nombre de Miguel de Cervantes o Pío Baroja», dijo Rosa Pérez.

El ayuntamiento de Castalla defendió ayer el legado y obra de Valor, frente a los «ataques políticos a su figura». «Jugó un papel capital en la vertebración cultural, literaria y lingüística del territorio», señaló. Y pidió respeto por su memoria.