La Generalitat quiere adaptar el paquete de ayudas puesto en marcha por el Gobierno central a la realidad económica valenciana. El Ejecutivo anunció en marzo que repartirá entre las comunidades 7.000 millones de euros para atender las necesidades de las empresas y autónomos más afectados por la pandemia y fijó unas condiciones generales —nivel de pérdidas y sectores beneficiarios— para acogerse a las mismas. Ahora, el Consell ha hecho lo propio para encajar ese paquete de 647 millones, la parte del pastel que corresponde a la Comunitat Valenciana, al tejido productivo autonómico a través de un decreto que regulará su marco normativo y que se aprobará el viernes.

Según anunció ayer el president Ximo Puig tras reunirse en la mesa de diálogo social con patronal y sindicatos, la Generalitat ampliará el rango de alcance del plan de ayudas para llegar a cerca de 80 subsectores adicionales, con especial peso de la industria y el comercio. También se estudia incluir algunas de ámbito cultural y educativo. Para delimitar qué ramas de actividad adicionales podrán solicitar las ayudas en la Comunitat Valenciana el Consell ha bajado al detalle, fijando una serie de criterios objetivos para el reparto.

De esta forma, se podrán acoger empresas de sectores manufactureros cuyo volumen de negocio haya retrocedido al menos un 20 % a nivel nacional respecto al año previo a la pandemia, como son el calzado, el cuero y la confección. También se añaden sectores con una caída media superior al 8 % y que o bien son industrias de un peso estratégico en la C. Valenciana o bien han tenido a más de 1.000 empleados en ERTE desde el inicio de la crisis. En este grupo entraría el textil, la cerámica, el plástico y el juguete. En total se añaden 60 actividades relacionadas con la industria.

En cuanto al comercio, la Generalitat prevé incorporar a cerca de una docena de actividades enmarcadas bajo este epígrafe general. Puig concretó que serán sectores «gravemente afectados y no contemplados» en el plan del Gobierno, que recoge 22, e hizo mención expresa a librerías, floristerías, tiendas de muebles, iluminación o peluquerías.

Es importante recordar que las empresas o autónomos cuyo negocio esté incluido en esta expansión deberán seguir cumpliendo los requisitos que marca Moncloa para poder aspirar a las ayudas: registrar pérdidas superiores al 30 % en 2020 respecto a 2019 y comprometerse a mantener la actividad hasta junio de 2022.

La gestión de las ayudas estará centralizada en esta ocasión en la Generalitat a través de la Conselleria de Hacienda. El departamento de Vicent Soler todavía no dispone del número de empresas que se podrán beneficiar de esta ampliación, ya que está a la espera de que el Ministerio de Hacienda remita la información de los cerca de 80 subsectores añadidos.

Para aquellos autónomos o profesionales que coticen por módulos, las ayudas serán de hasta 3.000 euros, mientras que el resto recibirá entre 4.000 y 200.000 euros. El monto se decidirá «desde la proporcionalidad», según Puig, teniendo en cuenta indicadores como el número de trabajadores o el nivel de pérdidas.

Otros 13 millones para pagar a los afectados por ERTE

Mientras se diseña el nuevo programa de ayudas para gestionar los 647 millones que llegarán desde Madrid, el plan Resistir ‘original’ se sigue modificando para ajustarlo a una crisis cambiante. La Generalitat va a ampliar en 13 millones la línea que prevé pagos para trabajadores a jornada completa que estuvieron en ERTE en los meses de enero y febrero (150 euros por mes). En un principio se presupuestaron 17 millones, pero las duras restricciones de esos meses provocaron un fuerte repunte del número de empleados incluidos en estos expedientes, que pasaron de 47.000 a 94.000 especialmente por el cierre de bares. La ayuda, que no hay que solicitarla sino que es una concesión automática, se empezará a abonar esta semana según el Consell.