Los Premios Jaume I tienen seis embajadores más para promover y defender la ciencia, la empresa, la investigación y la tecnología en España. Ayer se dieron a conocer los premiados de la 33 edición en las seis categorías en las que se dividen unos galardones que reconocen y reivindican el talento desde la Comunitat Valenciana. Los premiados se anunciaron en un acto en el Palau de la Generalitat presidido por el jefe del Consell, Ximo Puig, y que contó con la presencia del presidente fundador, Santiago Grisolía, del presidente ejecutivo, Javier Quesada, además del vicepresidente de la Fundación Premios Rei Jaume I, Vicente Boluda.

Al acto -marcado por las medidas restrictivas impuestas por la pandemia- también asistieron los patronos de la Fundación Premios Rei Jaume I, medio centenar de jurados de manera presencial y una veintena por videollamada, así como representantes de los colaboradores.

La 33 edición premió estudios en astrofísica teórica con el galardón Jaume I de Investigación básica a Licia Verde; trabajos vanguardistas en la inmunobiología del cáncer colorrectal, con el galardón de Investigación médica a Eduard Batlle; estudios en la economía del comportamiento y análisis de las redes sociales con el premio de Economía a Antonio Cabrales; métodos y aplicaciones de Inteligencia Artificial con el premio de Nuevas tecnología a Nuria Oliver; la trayectoria profesional y los valores de Benito Jiménez con el galardón al Emprendedor y el trabajo sobre las interacciones de las plantas de los bosques el de Protección del medio ambiente que recibió Fernando Valladares.

El vicepresidente de la Fundación Premios Rei Jaume I, Vicente Boluda, recalcó la importancia de unos premios que aportan «nuestro grano de arena para que seamos conscientes de que un país sin ciencia se empobrece, un país sin investigación no avanza, un país sin tecnología no compite y un país sin empresas no genera empleo».

Además, no quiso olvidar «la responsabilidad» de los empresarios para contribuir «no solo a la generación de empleo sino trascender a nuestro entorno contribuyendo a hacer la nuestra una sociedad más fuerte, con más oportunidades y más comprometida». Boluda incidió además en que había llegado la hora de dejar de lado los intereses particulares y el «cortoplacisimo» y urgió a «demostrar con hechos y recursos que se apuesta por la ciencia».