Los futbolistas de la selección española no son los únicos jóvenes que en los próximos meses viajarán por Europa para desarrollar su trabajo. Miles de estudiantes valencianos saldrán entre agosto y septiembre a cursar el próximo curso en alguna universidad extranjera y quieren hacerlo sabiendo si serán vacunados o no contra el coronavirus. La cuestión no es solo un tema de salud sino también logístico y económico, un hecho este por el que piden alternativas en caso de no llegar a la inoculación.

Por fechas, este colectivo en torno a los 20 y 25 años estará cerca de recibir alguno de los pinchazos antes de iniciar el curso. Sin embargo, nadie les asegura nada. «No es que queramos que se vacunen antes que a otros grupos prioritarios, sino saber si deberán esperar o si deberán irse sin vacunar», asegura Andrea Paricio, vicepresidenta del Consell Interuniversitari d’Estudiants Valencians (CIVE) y presidenta de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP).

La reivindicación es la misma a nivel estatal desde la ESN España (Red de Estudiantes de Erasmus por sus siglas en inglés), tal y como señala su presidente, Miguel Hernández. «No pedimos que sean prioritarios, pero sería de agradecer que se tenga en cuenta que en agosto y septiembre se van a ir y se pudiera flexiblilizar el proceso en ese momento para facilitar la movilidad de este grupo», defiende.

No obstante, hay muchas posibilidades de que el operativo si sigue el trámite etario no llegue a tiempo, al menos con las dos dosis. Es por eso que desde estas entidades de representación del alumnado proponen alternativas. Una de ellas que plantean desde desde el Cive es la de inocular a este colectivo con la vacuna de Janssen, monodosis, para evitar tener que ir y volver y que se corra el riesgo de quedarse a mitad o tener que pagar dos vuelos. Su planteamiento choca, no obstante, con la normativa sobre este fármaco que está limitado para mayores de 40 años, aunque ya se hizo la excepción con la selección.

Otra de las alternativas que ponen encima de la mesa es que desde las propias administraciones públicas, bien sea la conselleria correspondiente, bien sean las universidades o bien sean las entidades europeas, sufraguen los gastos extras que conllevaría el desplazamiento a estos lugares en tiempos de covid como son las pruebas diagnósticas de PCR o de antígenos en aquellos que se acepte como vía de entrada.

«La beca erasmus da para lo que da y queremos que los costes extra para estos viajes no recaigan en el alumnado», explica Paricio, quien insiste en que lo importante es «asegurar que el estudiantado pueda llegar a su destino y comenzar el desarrollo del curso normal». En la misma línea, Hernández cree que la posibilidad de viajar no debe «depender de la situación económica del alumno» y asegura que desde la ESN España están hablando con la matriz europea por si se puede aclarar algo a nivel continental.

Cataluña ya ha empezado

A la presión que realizan desde el estudiantado se suma la de las universidades. La Universitat de València y la Universitat Jaume I de Castelló ya se han manifestado a favor de la vacunación de su alumnado antes de irse de Erasmus. Desde la Conselleria de Universidades aseguran que están trabajando en ello junto con el departamento de Sanidad, «igual que hicimos con el estudiantado sanitario en prácticas que debía vacunarse».

Porque no hay más deseo que las acciones del vecino. El lunes desde Cataluña anunciaron un plan para vacunar a sus estudiantes erasmus del próximo curso mientras que en la Universidad de Oviedo se comenzó a contactar en marzo para su inmunización con quienes tenían previsto irse.