La Diputación de Valencia dotará a los municipios de la provincia con una población inferior a 1.500 habitantes con ayudas económicas valoradas en 120.000 euros y destinadas a sufragar el transporte escolar, el comedor, las actividades extraescolares y la educación del primer tramo de escolarización, que va de los 0 a los 3 años. El Plan de Ayudas a la Escuela Rural 2021-22 pretende combatir la despoblación en las pequeñas localidades valencianas, ofreciendo ayudas complementarias a las que aporta la Generalitat.

La convocatoria ha sido diseñada por el área de Desarrollo Rural de la diputación, dirigida por Ramiro Rivera. El diputado desgranó el proyecto ante las autoridades locales en una reunión por videoconferencia en la que hizo hincapié en que, para luchar contra la despoblación, «es importante trabajar desde la base, que es la educación». La corporación provincial quiere así dotar a los colegios de los pueblos menos habitados de los recursos necesarios para mantener sus puertas abiertas y «ofrecer las mejores herramientas y servicios para que las familias sigan disponiendo de centros educativos próximos y bien equipados».

Rivera destacó que el plan alcanza «allí donde no llega la Generalitat», aunque matizó que «siempre con colaboración institucional», y reivindicó que esto permite a la diputación «ser más eficaz e invertir de la mejor manera el dinero».

Las ayudas económicas de la institución provincial valenciana se clasifican en cuatro modalidades, que completan las líneas de ayudas similares concedidas por la Conselleria de Educación.

En el apartado de transporte escolar, durante el curso recién terminado, se desplegó una acción piloto en la localidad de Benissuera (la Vall d’Albaida, 180 habitantes) que ha servido para diseñar el resto del programa. La intención es que las familias «no tengan que buscar el transporte por su cuenta», remarca Rivera.

Por otro lado, la diputación quiere apostar por «contribuir a la sostenibilidad de los aularios de 0 a 3 años» e incluso se muestra capaz de «abrir nuevos aularios en municipios que no dispongan de ellos». Los incentivos permitirán igualmente contribuir a los gastos de los comedores escolares y cubrir su coste allí donde la Generalitat no llega o lo hace con dificultad, con frecuencia debido a que no hay obligación normativa debido a la poca demanda. «Con estas medidas se facilita la conciliación familiar y laboral a las familias que lo necesitan», precisan desde el área provincial de Desarrollo Rural.

Consumo de proximidad

Las ayudas también contemplan el fomento de la alimentación saludable y la economía local, al incentivar el consumo de proximidad y de temporada, en línea con las demandas de las familias.

Por último, las partidas económicas orientadas a sufragar actividades extraescolares en las escuelas contribuirán «de forma decisiva» a la igualdad de oportunidades para los niños de localidades rurales. Los menores podrán participar en actividades lúdicas, deportivas y culturales.