La iglesia de San Miguel de los Reyes acogió ayer la primera Jornada Valenciana de Bibliotecarios Escolares organizada por el Grupo de Trabajo de esta disciplina del Colegio de Bibliotecarios y Documentaristas (Cobdcv).

La intención, que se cumplió con creces, era realizar una radiografía de la situación actual de este personal en las escuelas valencianas y exponer, ante miembros de la comunidad educativa de decenas de centros, propuestas y modelos de éxito para dinamizar estos espacios literarios y conseguir crear una comunidad que dé continuidad y unidad a un proyecto educativo. «Queremos crear comunidad, que la biblioteca no sea solo cosa de bibliotecarios escolares sino una tarea en conjunto con toda la comunidad educativa», explicaba ayer David Azorín, miembro del colegio y bibliotecario del IES Benicalap.

La jornada contó con la presentación de una web que ha creado el grupo de trabajo del Cobdcv con recursos educativos, un mapa web de bibliotecas en la Comunitat Valenciana que trata de conseguir una fotografía real de cual es la situación. Asimismo, también compartieron una propuesta de programa para que la universidad incorpore formación de bibliotecario escolar.

«Actualmente solo 18 de 3.600 centros en el territorio valenciano tiene un bibliotecario escolar. Eso deja estos espacios en precario y sin una continuidad de proyecto», explicaba, por su parte, Amparo Costa, coordinadora del grupo de trabajo de bibliotecarios escolares del Cobdcv.

La experta propuso «estabilizar el puesto de una persona en las bibliotecas para asentar un proyecto educativo en los centros». Actualmente, esta figura no está reconocida como personal educativo por lo que, en muchos casos, tal como explican en el colegio, estos puestos se suplen con docentes que van algunas horas. «Que no haya una continuidad va en detrimento de la calidad educativa, pues la biblioteca es clave en el proyecto educativo de un centro, si se le permite crear unas dinámicas a largo plazo», añadió.

Asimismo, Costa explicó a este periódico que en la jornada se «constató» que toda la comunidad educativa está «en la misma línea» y que «ha llegado el momento de fomentar esta figura en todos los centros». «No hace falta que sea un funcionario más; se pueden explorar otras alternativas para garantizar sinergias con la comunidad educativa», dijo. Por último, la coordinadora puso el acento en el valor añadido como documentalistas de los bibliotecarios. «Es un guia en la búsqueda de información para los alumnos y profesores», detalló.