Agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València están intentando confirmar si el hombre que ocupaba ilegalmente el piso de Benetússer desde el que cayó la joven alicantina fallecida el pasado sábado llegó a comprar o no cervezas esa noche, durante el tiempo en el que ella trató de escapar al verse encerrada en la vivienda.

De momento, hay varios testigos que sitúan a la chica en ese bloque de viviendas ocupadas al menos cuatro días antes del accidente, lo que pondría en duda la versión del morador del piso, quien afirmó ante la Guardia Civil que había conocido esa misma noche a Inmaculada.

Los testigos la recuerdan en un bar próximo al edificio en la mañana del lunes y aseguran que tras abandonar el establecimiento, la chica entró en el portal del número 47 de la calle Nuestra Señora del Socorro, precisamente desde cuya cuarta planta cayó al vacío en torno a las cinco de la madrugada del sábado.

De confirmarse ese extremo, los investigadores tendrían acreditado que el testigo no dijo toda la verdad.

Según su versión, habría conocido esa noche a Inmaculada en València y le habría ofrecido ir a su casa, en Benetússer. Aseguró que, una vez en la vivienda, ubicada en la tercera planta, decidió ir a comprar cervezas porque no tenía bebida en casa. Al irse, admite que cerró la puerta con una cadena y un candado, según él, para evitar que alguien accediese a la casa y se la quitase, ya que todas las puertas carecen de cerradura.

Por esa razón, los investigadores se están centrando en averiguar si es cierto que consiguió cerveza —o cualquier otra bebida— a esas horas de la madrugada.

La mayoría de los bares próximos cierran entre las diez y las doce de la noche, aunque alguno sirve consumiciones hasta las tres, cuando el accidente mortal se produjo en torno a las cinco de la madrugada.

Tal como adelantó ayer Levante-EMV, Inmaculada trató de escapar de la casa, en principio, al verse encerrada, por lo que subió a la planta superior del piso, un dúplex, e intentó pasar desde el balcón al de la vivienda contigua salvando un tejado de un metro de ancho, pero las tejas cedieron y se precipitó al vacío.