La Procesión Cívica ha regresado este año a las calles de València tras un 2020 en el que la pandemia de coronavirus impidió que la Real Senyera procesionase por el centro de la capital del Túria. Frente a la tensión de años anteriores, la marcha ha estado marcada por un ambiente distendido y la presencia de público sin distancia de seguridad pero con mascarilla. No obstante, la tensión se ha trasladado este año a los grupos políticos de la ciudad debido a las presencias y ausencias en el acto del Nou d'Octubre.

Compromís per València ha pedido la dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, "ante la actuación de hoy de la Policía Nacional, que ha impedido hacer el recorrido de la procesión del 9 d’Octubre a Compromís, PSOE y Podemos" afirma la coalición en un comunicado en el que recalca que la policía "le ha puesto todas las facilidades para hacer el recorrido a PP, Ciudadanos y al partido de ultraderecha Vox".

A esta petición se ha unido Podem València, al considerar que "las indicaciones previas de la Policía Nacional que han situado a Podem, Compromís y PSPV en la zona junto a c/De la Sangre, eran luego negadas por otros policías que se encontraban en el interior del recorrido" lo que han considerado "una auténtica encerrona".

Este año, el acceso al recorrido así como a puntos como la plaza del Ayuntamiento estaba muy limitado debido a las restricciones por coronavirus con el objetivo de evitar contagios. De hecho, es el propio consistorio el encargado de organizar la Procesión Cívica, tal como recuerdan fuentes de la Delegación del Gobierno.

Desde la delegación destacan la importancia de cumplir con el protocolo establecido en la junta de seguridad del 9 d'Octubre que elabora el propio Ayuntamiento y supervisan distintos agentes implicados. Los incidentes violentos que tuvieron lugar hace unos años con grupos de extremaderecha durante los actos del día de la Comunitat Valenciana convierten esta festividad en un día de máxima tensión que obliga al despliegue de un millar de agentes de Policía Nacional en la ciudad.

Para Compromís, "se trata de una situación intolerable, que ataca de lleno los derechos democráticos fundamentales de nuestra sociedad y que no se puede tolerar de ninguna de las maneras", por lo que la formación ha anunciado que va a pedir explicaciones de manera inmediata a la delegada del gobierno al considerar que "las fuerzas de seguridad del Estado han permitido hacer la marcha a los partidos de derecha y extrema derecha y han impedido este ejercicio democrático a los partidos progresistas y de izquierda".

La portavoz de Podem València, Chelo Poveda, ha explicado que los "escasos militantes que han permanecido tras el incidente", han accedido dos horas después a través de la calle Roger de Lauria y recorrido los escasos últimos 100 metros hasta la plaza del Ayuntamiento, “intentando participar de manera activa en una jornada que debería ser abierta a todas las valencianas, sea cual sea su sentir”.