Detectar un cáncer de mama en sus estadios iniciales es una de las claves del éxito para superarlo. De hecho, gracias al programa de detección precoz implantado en 1992 en la C. Valenciana ha sido posible rebajar la mortalidad de este tipo de tumores un 28 % y localizar 19.600 cánceres en sus momentos iniciales. Normalmente, todos los años son invitadas a hacerse una mamografía de control dentro de este cribado entre 310.000 y 343.000 valencianas de 45 a 69 años para detectar cualquier problema, si lo hubiere, antes de que dé la cara. El año pasado, sin embargo, la crisis de la covid dejó fuera del programa a cerca de 80.000 valencianas.
Así lo refleja la memoria de gestión de la Conselleria de Sanidad de 2020 en la que se reconoce que, tal como publicó este diario en abril del año pasado, el programa de cribado de cáncer de mama se suspendió una vez se declaró el estado de alarma y el confinamiento obligatorio en la primera ola del coronavirus.
Con todo el personal volcado en la crisis de la covid-19, tanto el programa para detectar estos tumores como el de cáncer colorrectal se suspendieron totalmente casi tres meses y estuvieron otros tres al 50% por la implantación de medidas anticovid para garantizar la seguridad de participantes y trabajadores. Así, en lo más duro de la primera ola solo se hicieron las pruebas complementarias a las mujeres que ya tuvieran alguna sospecha de enfermedad por un positivo anterior.
Fue a partir de junio, cuando la primera ola había pasado y se habían levantado las duras restricciones del confinamiento, cuando Sanidad retomó el programa, pero lo hizo a medio gas. La normalidad no llegó, sin embargo, hasta septiembre-octubre.
Este parón de medio año ha abierto una brecha en la buena evolución que tenía este programa, totalmente integrado en la sociedad valenciana después de casi 30 años de trabajo. Si en 2019 «se invitó» a 347.422 valencianas a hacerse esta mamografía de control —normalmente aceptan siete de cada 10—, el año pasado solo fueron invitadas 221.483 mujeres, un 36 % menos. La tasa de participación se mantuvo estable en el 70 % lo que supone que finalmente se hicieron esta mamografía unas 156.869 mujeres, 86.591 menos de las que participaron en el programa en el 2019 prepandemia. De todas las que pasaron por la prueba, se detectó algún tumor en 800 de ellas, una tasa de 5,10 ‰.
Un 21 % de casos sin descubrir
Desde la Conselleria de Sanidad insistieron ayer en que se están «poniendo en marcha mecanismos» para «recuperar el impacto en el programa», lo que supone volver a citar a esas 80.000 valencianas que no acudieron a su cita con el mamógrafo. Desde la administración, sin embargo, no han puesto cifra a cuántas valencianas a las que les hubiera tocado hacerse la prueba en 2020 han podido ser citadas este año y cuál va a ser el impacto de la covid en este tipo de cribado.
Ha sido la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) la que ha querido ponerle cifras a este parón pandémico. Según un estudio de esta sociedad, un 21 % de nuevos casos de cáncer se quedaron sin diagnosticar en 2020. Desde la Asociación Contra el Cáncer Valencia pidieron ayer, en el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama «no retroceder en lo conseguido», en palabras de Antonio Llombart, vicepresidente de la AECC Valencia que insistió en la importancia de esta detección precoz que ha hecho posible, junto a la investigación, «alcanzar una tasa de supervivencia a 5 años del 85,5 %».
La Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia instaló ayer siete espejos en el entorno de la Plaza de Toros, dentro de la Feria Ponte Guapa, para enseñar paso a paso a hacerse una autoexploración de pecho, otra herramienta de prevención contra los tumores de mama que complementa (pero no sustituye) a las mamografías de control que lleva a cabo la salud pública.
