El bloqueo en la aprobación de los presupuestos de la Generalitat ha arrastrado también a la ley de medidas fiscales, más conocida como ley de acompañamiento, cuya aprobación se preveía para ayer viernes.

Esta ley, que contiene ajustes en decenas de leyes y en la que se regulan las tasas y las deducciones fiscales, había sido consensuada hace dos semanas y el anteproyecto había pasado por pleno. De hecho, el expediente estaba completo ya que ya había recabado los informes del Comité Económico y Social y del Consell Jurídic Consultiu.

Según ha sabido este diario, el proyecto, junto al de los presupuestos, fue llevado por la Conselleria de Hacienda a la reunión de las subsecretarías del jueves, previo a la reunión del Gobierno, pero el texto se paró por la vicepresidencia al entender que no existía acuerdo político conjunto.

El Botànic logró en su día desatascar la ley de acompañamiento al posponer al debate parlamentario la posible negociación de la tasa turística o los nuevos impuestos verdes que reclama Compromís y Unides Podem.

Sin embargo, ahora correrá la misma suerte que los presupuestos. El escenario de incertidumbre en el caso de la ley de acompañamiento implica que quedan en el aire las nuevas bonificaciones fiscales o los cambios legales recogidos en el texto. Sin él, una eventual reforma tributaria también se complica.