Sacar el móvil para enseñar el pasaporte covid se convertirá -muy pronto- es un gesto tan común para los valencianos como ponerse la mascarilla para entrar en un bar o un restaurante. El Tribunal Superior de Justicia de la C. Valenciana (TSJCV) se pronunciará en pocos días sobre el texto legal que aprobó la comisión interdepartamental el pasado jueves, que pretende hacer obligatorio este certificado covid para acceder al interior de bares y restaurantes y locales de ocio, de gran concurrencia. La medida ha sido percibida con alivio por algunos trabajadores de la hostelería, que ven en esta nueva norma como una «garantía fiable» de que el Consell no les vuelva a obligar a bajar la persiana por culpa del repunte de casos. «Estoy dispuesto a pedir lo que sea con tal de que no nos cierren. Al final, es una medida y un aval que intenta proteger tanto a los clientes como a los hosteleros», opina Raúl, un camarero del centro de València. La Generalitat ha desarrollado una aplicación para móvil de código libre para que los hosteleros o responsables de eventos solo necesiten un móvil para hacer el control de acceso. El cliente tendrá que presentar el certificado covid (el de vacunación, el de haber pasado la enfermedad o el de prueba negativa) y el DNI para poder pasar.

La implantación del pasaporte covid divide a clientes y hosteleros | JM LÓPEZ

«Estoy de acuerdo con la medida, pero creo que los clientes se lo pueden tomar mal», confiesa Adara, una trabajadora de un restaurante en la playa de las Arenas. Asegura que este verano vivió «momentos tensos» con más de un comensal. «Hay gente que se molesta si le llamas la atención por no llevar la mascarilla. Ahora, les vamos a tener que pedir otra cosa más. Lamentablemente, vigilar forma parte ahora de nuestro trabajo. Pedir el certificado covid va a ser la guinda», explica. Esta asistente de sala asegura que muchas de las personas que se sienten molestas con las indicaciones del personal en referencia al uso de la mascarilla son turistas. «Dicen que les coartamos su libertad al pedirles que se pongan la máscara. No me quiero imaginar lo que dirán con la implantación del pasaporte covid», asegura.

La implantación del pasaporte covid divide a clientes y hosteleros

Sin embargo, las dudas acerca del pasaporte covid no es exclusivo de los extranjeros. «No estamos de acuerdo en que te pidan nada para entrar en un local. Existe el derecho a la privacidad», confiesa una familia valenciana mientras come en el interior de un restaurante de las Arenas. «Creo, sinceramente, que el certificado covid no va a cambiar nada porque la gente se va a juntar igual en sus casas», opina Carmen.

En la misma línea opina Esther, quien toma el vermut en la terraza a pocos metros de allí junto a sus amigas. Todas ellas proceden de Ávila. «Pedir el certificado es una manera de discriminar a los clientes. La gente que no se ha vacunado no tiene por qué ser señalada. Hay que respetar su decisión, no arrinconar a esa persona», señala esta joven, quien asegura que estaría dispuesta a poner una reclamación en caso de que le pidieran el certificado en un bar.

De manera muy diferente piensan Pepe y Josefina, un matrimonio jubilado «muy prudente con el virus». «El certificado covid es un aval para la seguridad de los ciudadanos. No entiendo a las personas que se quejan. Me parece una falta de solidaridad tremenda. Esto tenemos que hacerlo por los más vulnerables. Igual a ti no te afecta el virus, pero es que a otro le puede costar la vida», señala Pepe. «Esto es como el tema de fumar en los bares. Si quieres fumar, tienes que salir fuera. Y ahora, si quieres comer en el interior de un restaurante tendrás que demostrar que no tienes el coronavirus», explica Josefina.

Por otra parte, este matrimonio apunta que el pasaporte covid supone otro tipo de desafío para las personas mayores. «Lo vamos a llevar impreso. Hay personas que todavía no se manejan bien con la tecnología».

La implantación del pasaporte covid divide a clientes y hosteleros

Respetar las normas

Según otra hostelera, Lydia, el certificado es una manera de salir del «bucle de restricciones en el que nos habíamos metido». Y recuerda que «los bares siempre han tenido derecho de admisión». «Nosotros queremos proteger la seguridad de nuestros clientes y con suerte el Consell nos permitirá certificar que están sanos si quieren compartir el espacio con otras personas».

El pasaporte covid no solo se pedirá en bares, restaurantes y ocio nocturno, sino también en hospitales, residencias y eventos, como bodas y festivales de música. Si el TSJCV lo autoriza, como así espera la Generalitat, la idea es que entre en vigor a finales de la semana que viene, en torno al 3 de diciembre, y esté vigente durante 30 días. Listo para el puente de la Constitución y las cenas de Navidad.