El temporal Filomena de enero de 2021 ha supuesto la estocada de muerte final para el ferrocarril histórico València-Cuenca-Madrid que no se reabrirá al tráfico. El Ministerio de Transportes comunicó ayer la decisión en la provincia de Cuenca con la presentación del proyecto "XCuenca" que pretende reconvertir en vía verde los tramos Tarancón-Cuenca y Cuenca-Utiel. Los extremos de la línea desde Utiel hasta València se mantendrán con la línea de Cercanías C3, para la que está previsto modernizar y electrificar la línea. En el lado de Cuenca se conectarán las pequeñas poblaciones en autobús o taxis a demanda para conectarla con la estación de alta velocidad de Cuenca, que garantiza la conexión con Madrid. También se ampliará el servicio de autobús que actualmente presta el servicio entre Cuenca y Utiel a todo el itinerario Aranjuez-Utiel.

Desde el Ministerio de Transportes justifican la decisión en que la línea "no puede dar respuesta satisfactoria a las necesidades de movilidad de los ciudadanos". Y ofrecen cifras del coste de mantener la histórica línea por Cuenca: por cada viajero que usa este tren convencional entre Aranjuez y Utiel el Ministerio de Transportes paga a Renfe 123 euros por ser un trayecto de "obligación de servicio público" (OSP), lo que supone 9,85 millones al año, a pesar de que solo hay 37 viajeros por tren. Frente a este coste, los datos que ofrece el Ministerio de Transportes sobre la línea de alta velocidad es que cada viajero cuesta 11,4 euros (90.000 euros al año) del AVE Madrid-Cuenca.

La línea convencional entre Madrid, Cuenca y València ha sobrevivido desde que se inauguró la línea de alta velocidad entre València y Madrid gracias a que entre sus extremos sobrevivían los servicios de Cercanías Madrid-Tarancón y Utiel-València. Aunque la falta de inversiones durante años es lo que más ha ayudado a que la línea se degradara y perdiera viajeros de forma incesante al no poder circular por esta línea convencional los trenes más modernos.