Si la pandemia de la covid la contase Charles Dickens, el fantasma de las Navidades pasadas aparecería en escena desesperado al ver las cifras de contagios de la última semana. Los 27.816 nuevos casos detectados entre el 20 y el 24 de diciembre son casi el triple (2,7 veces) de los 10.159 registrados en las mismas fechas del 2020. Aquel incremento de infecciones acabó desencadenando en enero la mayor ola de la pandemia en la Comunitat Valenciana en todos sus registros.

Un año después, si aquel espíritu de las celebraciones de 2020 se dejase guiar solo por los números de personas con infección del Sars-CoV-2 detectadas en la última semana prenavideña se esperaría lo peor. Más que nada, porque la semana prenavideña fue eso, una previa, el preludio de la explosión de casos que se vivirían en las semanas posteriores tras el aumento de las interacciones sociales con las diferentes reuniones familiares y celebraciones.

Sin embargo, el proceso de vacunación ha cambiado la proporción de sus efectos más adversos. Los mismos contagios hoy no conllevan las mismas atenciones hospitalarias ni, por supuesto, las mismas muertes. La última semana se convierte en el mejor ejemplo.

Menos hospitalizados

Así, pese a que el número de nuevos contagios ha sido el triple y la incidencia acumulada maneje la misma relación (en la Nochebuena de 2020 era de 376 casos por 100.000 habitantes, y en la de 2021 ha sido 813), tanto los hospitalizados como los fallecidos representan hoy la mitad.

Según los datos de la Conselleria de Sanidad, el pasado 23 de diciembre (última fecha con datos de la situación hospitalaria) había 786 personas ingresadas por covid en los hospitales valencianos de las que 151 requerían asistencia en una UCI. Son la mitad de las 1.544 personas que estaban hospitalizadas a causa del Sars-CoV-2 en 2020, de las que 246 se encontraban en críticos.

La diferencia que se observa en la imagen fija de la situación hospitalaria el día previo al inicio de las fiestas navideñas entre 2020 y 2021 también se puede observar en la evolución durante la propia semana. Es decir, no es a causa de la acumulación previa sino que responde al volumen de nuevos ingresos. Mientras del 17 al 23 de diciembre de 2020 ingresaron 390 personas por covid, en los mismos días de 2021, con la vacunación ya como una realidad extendida, lo hicieron 92. Esto es: una cuarta parte de hace un año.

Y al igual que hay menos gente que ingrese por covid, esto es, desarrollando los síntomas más graves de la enfermedad, también desciende el número de personas que fallecen a causa del virus. En la semana prenavideña de diciembre fueron 92 personas, una por cada 100 contagios esos días, mientras un año después fueron 43, una por cada 1.000 casos, mostrando el efecto de las vacunas.

No obstante, si fuera Charles Dickens el que contase la historia de la pandemia, se aparecería el fantasma de las Navidades futuras avisando que si la situación entre 2021 y 2020 no era la misma, un incremento total de los contagios de la covid siempre va a conllevar un aumento de las personas que sufran sus efectos más graves, aunque sea en una proporción menor a la de 2020.