«En el momento en que salga la denuncia de un caso o dos de abusos cometidos en la Iglesia, saldrán muchos más casos porque la gente sentirá más arropada y respaldada». Es la reflexión de Rosa Martínez, presidenta de Dones Creients de València, que apunta a la necesidad de apoyar estas denuncias para así animar al resto de víctimas a relatar los abusos sufridos para dar cuenta así de la magnitud del problema de la pederastia en el seno de la Iglesia en España. De hecho, en las últimas semanas ya se está haciendo palpable ese «efecto llamada» con la publicación de distintos testimonios, entre otros, por parte de este diario u otros medios de comunicación como El País o Cadena Ser. «Estamos en un momento clave», aseveraba Martínez.

Al más puro estilo ‘Spotlight’, el filme basado en hechos reales ganador del Oscar a la Mejor Película en 2015 que narraba la investigación de los reporteros del Boston Globe sobre el encubrimiento de centenares de casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica de Massachussets, el número de denuncias, ya sean en los juzgados o a través de los medios de comunicación, está empezando a crecer de forma incesante, en lo que podría llegar a convertirse en una gran ola como lo fue el caso que inspiró el rodaje de la película.

De hecho, esta misma semana publicaba Levante-EMV que el propio Arzobispado de València ha remitido a la Fiscalía Provincial un caso de pederastia, cuyos hechos se habrían producido en el año 2020. A este se suman otros cuatro casos que está investigando el propio arzobispado que se habrían perpetrado entre los años 50 y 60 en diferentes congregaciones valencianas.

A estos casos se añaden otros como los revelados por este diario esta misma semana, como es el de Nacho Barceló, un hombre de 56 años que denunció los abusos cometidos sobre él por un profesor en el Colegio Santo Tomás de Villanueva-Agustinos de València; o el de Inmaculada García, presidenta de la Asociación contra el Abuso Infantil (ACASI) de la Comunitat Valenciana, que denunció en estas mismas páginas haber sufrido abusos por parte de un parroco de una iglesia de Paiporta entre 1987 y 1989.

También reciente y mediática ha resultado la denuncia a través del programa radiofónico Hora 25 de Cadena Ser del escritor Alejandro Palomas, que reveló que fue víctima de abusos sexuales por parte de un profesor de La Salle de Premià de Mar (Barcelona) cuando tenía 8 años; o el caso de Miguel Canales, un vecino de Alcoi de 49 años, que denunció haber sufrido abusos sexuales entre los 8 y 9 años por parte de un religioso en el colegio de los Franciscanos de Cocentaina.

Previamente, en diciembre, El País publicaba un informe de ámbito nacional con 251 casos de acusaciones de pederastia relacionados con la Iglesia, de los que 23 corresponden a la Comunitat Valenciana, que afectan a distintas congregaciones religiosas. En concreto, los casos se habrían producido en el colegio-seminario de los Padres Carmelitas de Vila-real (años 70), el colegio La Salle de l’Alcora (1970-71), el colegio salesiano de Burriana (1975-78), Colegio Monte-Sión de Torrent (años 90 y 2012-15), la parroquia de Higueruelas (1965-66), el colegio salesiano Santo Domingo Savio de València (1967-73), la Purísima Concepción de Llaurí (1968-86), el Seminario Metropolitano de Moncada (1959-60), el colegio Santo Tomás de Villanueva-Padres Agustinos de València (años 70), el colegio Dominicos de València (1977-89), el colegio La Salle de Paterna (años 80), el colegio Corazón de María de Xàtiva (años 60), el colegio salesiano San Vicente Ferrer de Alcoi (1981), el seminario Santa María del Mar en La Marina de Elx (1971-73), el seminario de Terciarios Capuchinos de Godella (años 80) o el colegio Jesuitas de Alicante (1962).