Quien quiera una pistola de coleccionista o una escopeta de caza de segunda mano, deberá ir a buscarlas a una armería porque ya no habrá subastas en los cuarteles de la Guardia Civil. O no las habrá más a partir del próximo 4 de marzo, cuando se cerrará la última de las tradicionales ventas de armas usadas en las comandancias provinciales, en este caso, en la de València. ¿La razón? La modificación del Reglamento de Armas que, a partir de ahora, ya no considera la posibilidad de que la Guardia Civil pueda venderlas, sino que ordena su destrucción sin venta en el momento en que se cumpla un año sin que su dueño dé señales de vida o muestre interés por recuperarla.

Se trata de armas intervenidas por cuestiones administrativas o depositadas por sus dueños porque ya no quieren tenerlas más tiempo y nadie en su entorno muestra interés por ellas. Hasta ahora, el sistema era ese: esas armas, la inmensa mayoría de ellas largas y de caza, aunque también solían aparecer en cada subasta pistolas y revólveres antiguos, eran depositadas en los servicios de intervención de la Guardia Civil, cuerpo policial que tiene asignado el control de las armas y explosivos en España, por lo que ejercía de intermediario en la venta.

Plica a sobre cerrado

El propietario fijaba un precio mínimo de partida y su arma era expuesta junto con el resto durante un plazo habitual de una semana En ese tiempo, los interesados en adquirir una de esas escopetas o rifles de caza, una pistola de la Guerra Civil o un revólver incluso para uso policial -como segunda o tercera arma, cuando el escalafón del agente lo permite- visitaban la exposición y pujaban, a sobre cerrado y dejando depositado el 25 % de lo que estaban dispuestos a pagar por el 'ejemplar'. Unos días después de la clausura de la subasta pública, y tras haber examinado los sobres y las propuestas, los agentes del servicio de Intervención de Armas de cada Comandancia asignaban al mejor postor el o las armas compradas.

El resto, lo que no había suscitado el interés de ningún comprador, se iba directamente a la chatarra, eso sí, bajo estricto control de la Guardia Civil.

Sin embargo, en agosto de 2020, el Gobierno aprobó un nuevo marco legal, el Real Decreto 726/2020, de 4 de agosto, que modificaba el anterior, vigente desde 1993, por el que el Instituto Armado dejaba de tener entre sus obligaciones la gestión de subasta y venta de las armas depositadas o intervenidas administrativamente. El plazo para subsanar las deficiencias documentales -casi siempre por tener vencida la licencia- o para tratar de convencer a algún familiar o amigo de que se quede ese rifle con carga sentimental o esa escopeta de caza en la que su dueño se dejó buena parte del sueldo en sus tiempos sigue siendo el mismo, un año.

La diferencia es lo que ocurre a partir de esos 365 días. Si el propietario no ha buscado una solución, el arma se va directa a destrucción. Hay una salvedad: que se trate de un arma histórica, en cuyo caso, siempre que el dueño pueda acreditar su valor como patrimonio histórico, será reservada a subasta pública, pero ya no se celebrará como hasta ahora.

2.562 armas cortas y largas en busca de postor

En estos momentos al menos, la última subasta pendiente en toda España, según la página web de la Dirección General de la Guardia Civil, es precisamente la de la Comandancia de València, que sacará a subasta, en su última puja pública, 2.562 armas, entre largas y cortas. El número es más elevado de lo habitual, porque 2020 pasó sin una sola licitación, debido a las restricciones impuestas por la crisis sanitaria desatada por la covid-19. De hecho, en toda España han sido más de 23.000 las armas cortas y largas sacadas a la venta en esta última subasta.

Según esa web, las últimas cinco que aparecen como pendientes son la de Castelló, que subastó 679 armas cortas y largas el pasado 7 de febrero; la de Pontevedra, celebrada en la misma fecha; Barcelona, que se cierra precisamente hoy, 14 de febrero; la de Almería, prevista para el próximo lunes, 21 de febrero; y la de València, que concluye el 7 con la apertura de sobres, tras la exposición de las armas del 28 de febrero al 4 de marzo.

 

Según ha informado hoy la Comandancia de València a través de un comunicado, este acto se llevará a cabo en el cuartel de Cantarranas, ubicado en el Paseo de Cantarranas, número 3 de Valencia, entre el 28 de febrero y el 4 de marzo, y el horario será de 9.00 a 13.00 horas a excepción del día 3 de marzo, día en que los componentes de la Intervención de Armas de esta comandancia no solo atenderán en el citado horario de mañanas, sino que también estarán por la tarde, de 15.30 a 18.00 horas.

La apertura y resolución de la subasta, recuerda la Guardia Civil, se producirá el día 7 de marzo a las 10.00 horas en la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, en la calle Calamocha número 4 de Valencia.