Otro temporero sin hogar ha muerto en una fábrica abandonada a las afueras de València. Según ha podido saber este periódico se trata de un hombre ghanés de 43 años, que se dedicaba a trabajar en el campo o la chatarra. Es la segunda persona migrante fallecida en este lugar tan solo una semana después de la muerte de Abraham I, un ciudadano también procedente de Ghana de 52 años, que murió de cáncer hepático al raso de la noche.

Los dos eran temporeros y ambos se encontraban en situación de irregularidad administrativa. Esto les abocaba a convertirse en mano de obra explotada en el campo y a malvivir en infraviviendas, mientras en su día a día se dedicaban a recoger los alimentos que llegan a las mesas del resto de valencianos cada día.

Richard llevaba dos décadas recorriendo España trabajando de temporero, pero se había asentado en la ciudad de València hace escasos dos años, en una 'habitación' a la entrada de esta fábrica abandonada.

El lugar, conocido como La Garrofera es una antigua fábrica de leche en ruinas, que muchos migrantes que trabajan de temporeros, recogiendo chatarra, o aparcando coches, utilizan como techo para subsistir, abocados a la pobreza extrema por su irregularidad administrativa, aunque hay algunos que tienen documentación pero no ingresos para escapar de la miseria. En el lugar malviven en estos momentos unas 20 personas, y está plagado de infraviviendas y chabolas.

El fallecido era una persona muy implicada en las actividades del barrio contiguo de Benimaclet y trabajaba en su tiempo libre para intentar facilitar la integración de sus compañeros temporeros de la fábrica, según han explicado a este periódico vecinas del barrio que le conocían desde hace años. El año pasado, por ejemplo, impulsó junto a las vecinas de Benimaclet una quedada para limpiar el lugar de la suciedad que lo rodeaba.

Al parecer no padecía ninguna enfermedad pero ha sido encontrado sin vida esta mañana por sus compañeros, quienes han alertado a las vecinas del barrio de lo sucedido. Uno de los temporeros ha explicado que ha intentado despertarlo sin éxito a las 9 de la mañana, y que al pensar que se había quedado dormido ha vuelto a la fábrica a las 13 horas, donde ha comprobado que había fallecido.

"Vienen a hacer el trabajo en el campo que no quiere ningún valenciano, a coger la naranja y la cebolla que va a las casas y a las mesas", dice Wesley Kusi

La policía se ha personado en el lugar y tras la inspección de los forenses y el juez ha procedido al levantamiento del cuerpo sobre las 16 horas. Se sigue a la espera de que la autopsia certifique la causa de la muerte.

Richard A. participaba activamente en las reuniones de servicios sociales, estaba en proceso de tramitar el Ingreso Mínimo Vital, aunque se le denegó a falta de un documento pero lo había vuelto a pedir. Incluso se le acompañó al Labora para tramitar una ayuda que cobró. Servicios Sociales indica que nada hacía pensar que pudiera ocurrir una tragedia como la de este miércoles.

Con la muerte de Abraham I que adelantó este diario, servicios sociales había intensificado las visitas a los asentamientos de temporeros, especialmente la fábrica, donde realizó un censo y una atención más personalizada para conocer la situación de las personas que la habitan. Una de ellas, otro ciudadano de Ghana de unos 50 años y enfermo por problemas de corazón ha sido internado en un albergue.

La concejala de Bienestar y Derechos Sociales Isa Lozano ha asegurado que este jueves se realizará una llamada al centro de salud de Benimaclet para que se haga un chequeo médico a las personas de la Garrofera en busca de alguna patología para evitar episodios como los sucedidos esta semana. Además, ha adelantado que iniciará conversaciones con la concejala de Cooperación y Migración, Maite Ibáñez, para estudiar la posibilidad de proyectar un albergue para temporeros que dote a estas personas de unas viviendas en condiciones durante sus estancias de trabajo.

Policía y forenses al lado del habitáculo donde malvivía Richard A. GERMAN CABALLERO

Implicado en la vida del barrio

"El año pasado cuando organizamos la limpieza del lugar me dijo que llevaba unos cinco meses, así que en total estaría en la ciudad unos dos años. Era una de las personas más implicadas para intentar echar una mano a sus compañeros, buscar formas de que mejoraran su situación e integrarse para salir de ahí", explica una de las voluntarias de Benimaclet que suele ir a la fábrica para dar asistencia a los migrantes. El resto de temporeros aseguran que la noche anterior el fallecido estuvo charlando con ellos y no parecía tener ningún problema de salud.

Wesley Kusi lleva en España más de 20 años. También es de Ghana. Vive en València junto a su hijo, pero explica que suele visitar "a sus paisanos" en la Garrofera para hacerles compañía o proporcionarles víveres. Lleva presenciando cómo los temporeros viven en este lugar insalubre desde hace años. "Es muy duro ver lo que mis paisanos africanos están pasando", explica. "Todos ellos vienen aquí para trabajar, no hay ninguno que reciba ayudas. Vienen a hacer el trabajo en el campo que no quiere ningún valenciano, a coger la naranja y la cebolla que va a las casas y a las mesas. Todo ese trabajo lo hacen los inmigrantes, no los valencianos, porque es trabajo que nadie quiere pero que hay que hacer igual", denuncia.

"Seguimos insistiendo en una regularización ya. Darles papeles para que puedan empezar a cotizar, tener trabajos con dignos y salir de este agujero donde algunos mueren", cuenta Mboirick

Mohamed Mboirick es portavoz de la Federación Unión Africana de España. El mismo día que se celebra el funeral de Abraham I. en Ghana tiene que lamentar la muerte de otro temporero una semana después. "Seguimos insistiendo en una regularización ya de toda esta gente. Darles papeles para que puedan empezar a cotizar, tener trabajos con sueldos dignos y salir de este agujero donde algunos mueren. Son personas y merecen derechos. Estas no son condiciones para ningún ser humano", lamenta.

Kusi cuenta que "estos chicos no suelen quedarse más de seis meses porque vienen al campo a trabajar en temporadas. Muchos están aquí hoy y mañana se va a la manzana en Lleida". Pero hay una diferencia muy grande entre Lleida y València , ya que "en Lleida tienen pisos o sitios más decentes para que estas personas puedan dormir las temporadas que trabajan. O a veces los campos tienen una casa con una cama donde se pueden quedar. Aquí en València no hay nada, y con lo caros que están los pisos es imposible que estas personas se queden en ningún sitio. Así que se van a la calle. Estas personas necesitan un sitio donde quedarse, que el ayuntamiento de València ayude porque es gente que viene a trabajar en lo que no quieren los españoles"