Leo estos días un libro apasionante, el Atlas de los países en busca de la felicidad, que ha editado Larousse en España. Es un ensayo gráfico, repleto de mapas, gráficos, diagramas, esquemas que aborda el tema de la felicidad desde las múltiples facetas que integran este concepto tan cotidiano y complejo. La felicidad es un estado propio del bienestar humano. Pero es complejo medir ese bienestar. Hay bienestar económico, social, político, cultural, ambiental…Y a lo lago de la historia se ha entendido de forma distinta. Si nos preguntan sobre el grado de felicidad de la sociedad mundial actual, seguramente diríamos aquello de que la felicidad es muy efímera y cada vez más difícil de conseguir. Uno de los apartados del libro, que tiene la factura de prof. Javier Martín Vide y su equipo, intenta responder a la pregunta de si existen condiciones meteorológicas para ser feliz. Y sí, sí existen en función de la temperatura, humedad, insolación y viento. Y se señalan las regiones del planeta con clima más agradable: cuenca del Mediterráneo y regiones del mundo con climas de tipo mediterráneo, Canarias, Madeira y los territorios entre 2.000 y 2.500 m de altitud en el Ecuador y en las zonas tropicales no desérticas. Espacios geográficos donde se puede alcanzar la felicidad desde el punto de vista climático. El Atlas ha contado con la participación de historiadores, periodistas, ambientalistas y sobre todo geógrafas y geógrafos de la Universidad de Barcelona, porque el mapa es el lenguaje de la geografía. Con un delicioso y sugerente prólogo del prof. Joan Tort, catedrático de geografía en dicha universidad. Una obra para disfrutar leyéndola. Un libro feliz en su concepción y su resultado.