La maquinaria electoral de los socialistas se activa ante la decisión del último comité federal de fijar las primarias en las ciudades de más de 20.000 habitantes el domingo 9 de octubre, salvo alguna excepción. Ferraz quiere cerrar batallas internas pronto y evitar así ruido orgánico. El calendario implica que el 19 y 20 de septiembre se deberán presentar candidaturas. El PSPV, sin embargo, puede respirar, porque gobierna en la mayoría de estos municipios. Y eso significa que no hay posibilidad de guerrear, ya que los alcaldes son candidatos directamente, si así quieren.

Así, la dirección valenciana reduce la posibilidad de enfrentamiento a una decena de ciudades. Y no es seguro a día de hoy en todas ellas. Entre las grandes urbes, las de más de 50.000 censados, Alicante es el gran quebradero de cabeza. No obstante, en el entorno del secretario general, Ximo Puig, confían en saldar la crisis sin primarias. El dramaturgo Paco Sanguino ya ha caído como portavoz a pesar de resistirse. Puig debe decidir ahora entre la síndica en las Corts, Ana Barceló, y la consellera Josefina Bueno para la candidatura. Aún así, podrían aparecer «nuevos» perfiles, aseguran fuentes del partido. Siempre de dentro, porque se descarta repetir la aventura de un independiente.

Donde sí es probable la disputa interna es en Torrevieja y Benidorm, municipios ahora gobernados por el PP, como el de Alicante, y donde el PSPV no tiene aspirantes claros. En la ciudad turística el partido está en una situación pacífica, por lo que la opción de un alto cargo autonómico (el director general de Relaciones Informativas, Pere Rostoll, está en las quinielas) podría animar y agitar la organización pero también desestabilizarla. Esas son las variables que maneja ahora la dirección.

La otra gran ciudad donde puede haber movimientos (casi sería un terremoto) es València. La líder local, Sandra Gómez, está fuerte internamente y tiene el apoyo de Puig, pero Ferraz ha lanzado menajes inquietantes en las últimas fechas. Con las instrucciones del comité federal, incluso València puede quedar exenta de primarias, porque el documento habla de que no se celebraran donde el PSOE ocupa la presidencia y donde «forme parte del Gobierno de la institución». Gómez es vicealcaldesa de València por el acuerdo con Compromís.

Los cálculos, así, de la dirección del PSPV son que podría haber disputa en cuatro de las 15 ciudades valencianas de más de 50.000 habitantes. De las 50 de 20.000 a 50.000, la estimación es que en 28 se tiene la alcaldía, en 17 lo probable es que solo haya una candidatura y en cinco sí hay previsión de primarias. O de dificultades para la lista. Pasaría en Alzira, Manises, la Pobla de Vallbona, El Campello y Calp. Un caso singular es Ontinyent, donde el partido vivió en 2018 el trauma de la escisión del alcalde Jorge Rodríguez y la mayoría de concejales tras la operación Alquería. La referente en el municipio es la consellera Rebeca Torró, pero el cargo la libraría de candidaturas. Otra opción podría ser el director general de Sanidad Jaime Peris. Todas las opciones están sobre la mesa.

El mensaje que la ejecutiva de Puig lanza es que el asunto de las candidaturas se salvará con poco ruido. Ese es el objetivo para movilizar (y no desmotivar) al electorado progresista. Habrá conflictos en algunos municipios, pero Castelló, Elx, Orihuela, Gandia, Paterna, Mislata, Alcoi, Sant Vicent del Raspeig, Xàbia o Vila-real, por citar algunas grandes ciudades, estarán exentas en septiembre de primarias.