La atmósfera empieza a ser de ruptura en la renovación de órganos consultivos valencianos, entre ellos entidades de calado como el Consell Jurídic o el Síndic de Comptes. El PP, que para el próximo pleno de las Corts lleva propuestas contra la reforma del delito de sedición al calor de los vientos que llegan de Madrid, asegura que le quieren cambiar las reglas del juego en mitad del partido en la reforma de entes autonómicos.

La posición de los populares empieza a ser más cercana al discurso de ruptura con los socialistas que emana de Madrid, como ha ocurrido con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras las presiones recibidas por el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, de los sectores más radicalizados del partido que no quieren dar ni agua al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Pero al contrario de lo que ocurre en Madrid, el rupturismo no ha tenido tradición histórica en la Comunitat Valenciana donde se suele llegar a acuerdos cuando hay que renovar órganos por mayoría reforzada como es el caso de los seis que están pendientes. Sin embargo, tras el sí de la pasada semana a una parte de la reforma fiscal del Botànic, que concitó el apoyo unánime de los seis grupos de las Corts, el PP parece haber agotado su disposición al pacto, según interpretan en el Botànic, porque no casaría que en Madrid se bloquee la renovación de los órganos del poder judicial y en la Comunitat Valenciana el partido de Mazón lo acuerde con la izquierda.

La ruptura es un hecho porque ya no hay espacio ni tiempo para que los nombramientos puedan aprobarse antes de que acabe el año, aunque pueden retomarse después ya con la espada de Damocles de la cercanía electoral de las elecciones de mayo. La próxima semana se celebra el último pleno antes de que las Corts entre en el tiempo de las enmiendas al presupuestos y el asunto no está en el orden del día.

Y eso que estaba todo prácticamente cerrado salvo el Jurídic. El resto de órganos, hasta los seis que están pendientes habían quedado acordados según todas las partes. La síndica del PP, María José Catalá, asegura que quiere el acuerdo y que en ningún caso el PP está en modo ruptura, pero entre los socialistas gana enteros la idea del bloqueo por parte de los populares. Catalá asegura que hubo un error de comunicación entre PSPV y Compromís, que se les dijo en un primer momento que el cuarto integrante del Jurídic que eligen las Corts era de consenso, pero que después se les indicó que lo nombraría la coalición nacionalista. «No esperen ahora que demos la cabotà, no es un problema del PP», señala la síndica.

Pero en el PSPV están ya convencidos de que la posición del PP es de ruptura y Compromís no tiene previsto quedarse sin el representante en el Jurídic que según los populares le . «El PP está en plan novia a la fuga», ha dicho la síndica, Ana Barceló. «Es un insulto a la inteligencia pensar que el PP va a aceptar un cambio de las reglas del juego de un día para otro», sostiene Catalá. Barceló responde que no se ha cambiado ninguna regla de juego y que el PP huye cuando tiene que comprometerse y desvela que la síndica del PP no acudió a la reunión definitiva. El enviado del PP fue el vicepresidente de las Corts, Jorge Bellver, que se presentó con un post-it vacío de nombres, según asistentes a la cita cuando el resto llevaba bajo el brazo el currículum de los aspirantes a ocupar las plazas de los órganos consultivos pendientes de acordar.

La posición de Compromís es más pactista en este caso que la del PSPV. La coalición cree que hay espacio para el acuerdo y prefieren evitar en este momento el ruido porque aún confían en el acuerdo. La síndica, Papi Robles, cree que hay margen para el acuerdo. "No creo que el PP quiera hacer como en el Estado, hay un acuerdo global y el PP debe hacer una reflexión", afirma Robles, que también añade que lo que quiere ahora el PP es que Compromís se quede sin representación.