La consellera de Territorio y Vivienda, Rebeca Torró, se comprometió ayer con el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, y la directora general de Territorio , Rosa Pardo, a desbloquear la canalización del barranco de La Saleta. Este proyecto, que ya tiene el ‘ok’ de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), es la solución para evitar inundaciones en los municipios del área del citado barranco, en concreto en los de Aldaia, Quart de Poblet y Alaquàs. El desbordamiento afecta a la A3.  

La CHJ tiene perfilado y terminado el proyecto para evitar que la riberas de La Saleta se aneguen durante los episodios de lluvias torrenciales, cada vez más frecuentes en la Comunitat Valenciana a causa del cambio climático. El plan no sale adelante, según la CHJ, porque la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas lo tiene paralizado.

Concretamente, por el Proyecto de Actuación Territorial (PAT) de l’Horta, que está pendiente de ser aprobado. Desde Paisaje, su directora general, Rosa Pardo, recordó ayer a Levante-EMV que el PAT «se aprobó en 2018 y hasta ahora todas las sentencias son favorables a la Generalitat. Ahora quedan sólo dos recursos por resolver». 

La conexión del Barranco de la Saleta con el nuevo cauce es una reivindicación histórica de los municipios de Alaquàs, Aldaia y Xirivella

Desde la Conselleria de Territorio aseguran que esta semana «nos sentaremos también con la CHJ para desbloquear la situación, y que las actuaciones que haya que hacer en la zona se tengan que ejecutar». «Vamos a consensuarlo con todos, incluido Paisaje», aseguraron fuentes de la conselleria. 

La infraestructura aprobada ya por la confederación para desaguar el barranco cuando llueve torrencialmente conducirá el agua hasta el nuevo cauce del Túria, de forma que evitaría el desbordamiento del cauce. La conexión del Barranco de la Saleta con el nuevo cauce es una reivindicación histórica de los municipios de Alaquàs, Aldaia y Xirivella.

El mito de las cañas

El problema que afecta a estas poblaciones está presente en otras comarcas valencianas, donde cada vez más municipios piden autorizaciones para la limpieza y encauzamiento de barrancos. El comisario de Aguas de la CHJ, Marc García, aclara que hace falta pedagogía, en general, para entender estas actuaciones. «Lo peor que pase en un cauce es que esté limpio, que no haya nada, ya que lo más peligroso de una inundación es la velocidad del flujo. Si la velocidad es de un metro por segundo la administración ya habla de graves daños. Lo mejor es que haya vegetación autóctona de ribera, porque sabe adtaptarse a esto y hace freno al agua sin que se produzcan desbordamientos. Y si no hay, es mejor que haya cañas, pese a ser una especie invadosora, a que no haya cañas, explica Marc García.  

"El desvió es necesario"

Mientras, el alcalde de Aldaia reiteró durante la reunión en la que participó ayer con la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y otros pueblos afectados por las lluvias, que su municipio ha vuelto a poner sobre la mesa la reivindicación histórica que se agrava tras los temporales: desviar el barranco de La Saleta. «Es esencial que se desvíe para que estas situaciones no se vuelvan a repetir», explica el primer edil. «Es la conselleria y la CHJ quienes han de impulsar este proyecto y creo que estamos en un momento histórico, en el que están llegando fondos europeos que pueden ayudar a solucionar este problema endémico que tenemos desde hace cuarenta años», denuncia.