Mandato por el clima

Embalse de Barrios de Luna, en León, sin agua por la sequía en una foto de archivo.

Embalse de Barrios de Luna, en León, sin agua por la sequía en una foto de archivo. / Shutterstock/Pablox

Jorge Olcina

Nos sorprende estos días la noticia de lo ocurrido en el Congreso de los Diputados con la asistencia lamentable de sus señorías a las charlas sobre cambio climático organizadas por el Observatorio de la Sostenibilidad, con el respaldo de Globe y el apoyo de Oxfam Intermon. Semanas antes nos alegraba a muchos la presentación de esta iniciativa, llamada “Mandato por el Clima”, en la que tienen previsto participar máximos especialistas de nuestro país con el ánimo de mostrar a los parlamentarios la realidad del cambio climático existente. Resulta decepcionante como ciudadano comprobar el escaso interés por esta cuestión entre nuestros políticos. Especialmente porque de ellos depende la aprobación de normas que regulen y orienten las políticas de lucha contra el cambio climático en España, dentro del contexto europeo. El inicio de estas sesiones no ha podido ser menos motivador para los que pensamos que el cambio climático es ya un eje principal de políticas públicas y acciones privadas. Y contrasta con la publicación de otras noticias como las de iniciativas judiciales que movimientos ciudadanos están desarrollando contra gobiernos y administraciones por su inacción en la toma de medidas de mitigación y adaptación ante el cambio climático. El camino diseñado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ante la demanda interpuesta por la Asociación Clima Seniorinnen (“Abuelas por el Clima”) de Suiza, condenando al gobierno de este país por su inacción frente al cambio climático ha abierto una vía de esperanza para los movimientos ciudadanos que están defendiendo la noble causa de la responsabilidad política ante el cambio climático. El clima nos ha lanzado un mandato desde hace tiempo. En nuestro país parece que no quiere oírse.