Los cerca de 500 alumnos de Infantil y Primaria del CEIP Emilio Lluch de Náquera, hacinados en barracones, no podrán trasladarse este curso al nuevo centro escolar, como anunció la Conselleria de Educación. Este nuevo retraso ha caído como un jarro de agua fría para las familias de este colegio, que viven desde hace 15 años una odisea de barracones. Aunque el nuevo centro, cuyas obras se adjudicaron a la constructora San José por 5,2 millones de euros, está terminado desde hace tres meses, la puesta en servicio de las instalaciones no será posible al haberse detectado deficiencias importantes en los acabados de la obra, que no cumplen las exigencias de calidad del contrato y que llevaron en enero a la conselleria a rechazar la recepción de obra.

Las defiencias, según fuentes de Educación, afectan a la valla metálica del centro «que no está galvanizada, cuando debería estarlo, y que por tanto se expone a una oxidación en tiempo breve». Los técnicos de la conselleria realizaron las verificaciones correspondientes y detectaron que los materiales metálicos no se correspondían con los acabados estipulados por contrato. La colocación de materiales de peor calidad podría acarrear una penalización para la constructora, que ayer no quiso hacer declaraciones a este diario.

La conselleria asegura que la constructora tampoco cuenta con las autorizaciones de la empresa suministradora para activar las instalaciones eléctricas. Vistas las deficiencias en la obra, los técnicos de la Administración y la dirección de la obra hicieron un informe negativo de la obra.

Ante el incumplimiento «evidente» del contrato por parte del contratista, la conselleria tiene previsto una segunda recepción de obra para comprobar si la empresa ha subsanado las deficiencias en las próximas semanas. De no haberse cumplido las exigencias del pliego en los acabados y materiales, la empresa será expedientada y perderá la calificación de contratista de la Administración.

En el caso de que los fallos se hayan corregido se certificaría finalmente la obra. Aún suponiendo que la empresa haya realizado las mejoras exigidas en enero, se da por descartado que el traslado pueda llevarse a cabo aprovechando las vacaciones de Semana Santa y Pascua (una opción que, según ha sadido este diario, tampoco terminaba de ver clara una parte de la comunidad educativa, reacia a llevar a cabo un traslado a mitad de curso).

Las fuentes de la conselleria consultadas aseguran que la apertura del nuevo colegio Emilio Lluch «ha sido una prioridad» para la nueva administración. Una respuesta que no termina de satisfacer a los padres y madres del colegio que año tras año ven como sus hijos terminan su escolarización en barracones.

Las obras del CEIP de Náquera arrancaron en junio de 2016 y ya sufrieron un primer parón a causa de un modificado de obra que dilató los plazos.

Fuentes de Educación insistieron en que se han adoptado las medidas pertinentes para solucionar el problema, que la empresa cumpla y no bloquee la inauguración del colegio y la posibildad de que los alumnos reciban clases en condiciones dignas. La conselleria confía en que los alumnos y docentes del único colegio de Náquera puedan hacer uso del nuevo centro en el curso 2019-2020. La Generalitat ha contactado ya con la empresa para mantener una reunión y desbloquear este tema por una actuación de la empresa que perjudica a una comunidad educativa.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Nàquera, la ampa y la dirección del centro escolar informaron esta semana en un comunicado a las familias de que el traslado al nuevo colegio vuelve a aplazarse. El traslado al nuevo centro educativo «no se realizará en Pascua debido, según información de tecnicos de Conselleria, a que la empresa constructora no ha ejecutado la obra en algunos aspectos, que van más allá del vallado, y, por tanto, no se ha realizado la recepción de la misma en las fechas previstas, por lo que no se puede ocupar el nuevo centro».

El Ayuntamiento de Nàquera asegura que ha ejecutado todas las partidas de suministros (agua, luz, ascensor...) requeridas por parte de la conselleria para que la empresa pudiese finalizar la obra en tiempo y forma. El ayuntamiento se descarga así de responsabilidades en relación al nuevo retraso en la puesta en servicio del centro. Tanto la ampa, que tiene previsto llevar a cabo nuevas concentraciones, como la dirección del centro y el ayuntamiento lamentaron esta semana este nuevo retraso en la finalización de las obras y han trasladado a la conselleria la importancia de que el traslado se haga en verano.