Los residentes que viven alrededor de la calle Estornell, en San Antonio de Benagéber, llevan más de un día sufriendo una molestia permanente: la expulsión de aguas residuales de una alcantarilla que emana litros y litros de suciedad que queda estancada en el asfalto y se termina yendo por los campos de alrededor.

Las quejas en las redes sociales se llevan produciendo desde el miércoles que comenzó a brotar el agua sin descanso. "Los atascos por toallitas provocan este problema, y la alcantarilla está en desnivel y el agua acaba saliendo", protesta Felipe Soriano, uno de los afectados.

Soriano asegura que el mal olor les obliga a cerrar todas las casas pese al calor, pero no se puede convivir con él. Además, lamenta que las aguas residuales vayan a parar a los campos colindantes, porque están putrefactas.

El ayuntamiento que dirige Aisab ha puesto esta mañana a trabajar a un camión bomba que pueda sacar el agua, en un intento por arreglar la avería. Sin embargo, Soriano asegura que el agua que sacan la están vertiendo en el Parque Natural del Túria a la altura de la Vallesa, ya que esta calle es la última del término municipal de San Antonio de Benagéber y comienza el de l'Eliana.

El descontento de los vecinos y vecinas es generalizado porque el olor es "insoportable", mientras que el PP, partido en la oposición, ha presentado en registro de entrada una queja a fin de que se solucione el problema.