Aparece un esqueleto infantil de hace 1.400 años en un yacimiento valenciano

Se trata del primer habitante encontrado en el yacimiento visigodo de Valencia la Vella, en Riba-roja, y tenía entre 7 y 10 años

Los motivos de su muerte están por determinar y el esqueleto será trasladado a un laboratorio para analizarlo con Carbono 14

Fue enterrado en una fosa en posición fetal y tapándose la cara

Amparo Soria

Amparo Soria

Un grupo de investigadores del Institut Català d'Arqueologia Clàssica, ha sacado a la luz un esqueleto de un individuo de unos 7-10 años de la época tardo antigua, datado alrededor del año 600 d. C. en Riba-roja de Túria.  Éste es el resultado de los primeros hallazgos el pasado mes de julio, cuando los investigadores del VI Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda de Riba-roja de Túria, encontraron el contorno de un cráneo mientras excavaban una estancia del sector 1000, anexa a la muralla sur del yacimiento.

La dirección científica optó por la cautela y para no dejarlo al descubierto, se tapó para que el hallazgo fuera debidamente excavado y analizado por Víctor Morcillo, antiguo alumno del Curso de Arqueología, y experto formado en la Universidad de Burdeos en el campo de la arqueoantropología- disciplina que estudia los restos humanos antiguos, como los esqueletos- y que en ese momento se encontraba investigando en Francia.

La pasada semana se llevó a cabo una nueva excavación, con un grupo reducido de arqueólogos, dirigido por Oscar Caldés, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica, y Víctor Morcillo. Durante los trabajos, contaron con la ayuda de Itziar Gutiérrez y Auxanne Le Beller.

Gracias a su labor, se ha sacado a la luz un esqueleto de un individuo de unos 7-10 años, de sexo indeterminado. Su conservación es relativamente buena, y se encuentra mayoritariamente aún en conexión anatómica. Según los expertos, el cuerpo fue enterrado en sentido O-E, con la cabeza mirando al norte, sobre su lado izquierdo, con los brazos flexionados cubriéndose el rostro y las piernas flexionadas hacia la cadera. Además, sus pies y parte de una pierna están cortados por la construcción de un muro posterior. Las primeras valoraciones indican que debió ser depositado en una fosa, anterior a una reforma de la vivienda.

También, para comprobar si se trataba de un esqueleto aislado o si había otros alrededor, los arqueólogos excavaron una zona más amplia y encontraron materiales de la segunda mitad del siglo VI d. C., lo que hace pensar que el niño murió alrededor del año 600 d. C., por causas que por ahora son desconocidas.

El motivo de su entierro aislado permanece incierto, pero los investigadores creen que podría estar asociado a la voluntad de los padres de tener cerca el cuerpo de un hijo que se fue demasiado pronto.

Con la extracción y limpieza del esqueleto, se abren diversas vías de investigación. Después de un primer análisis visual de los restos, los huesos serán trasladados a un centro especializado para llevar a cabo los análisis de laboratorio pertinentes: como el de carbono-14, con el que los investigadores esperan poder determinar la fecha exacta en la que el individuo murió; o el análisis de isótopos estables, que permitirá conocer la dieta diaria de esa persona. Paralelamente, se realizará también un análisis genético para determinar el origen del individuo.

Un yacimiento a poner en valor

El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga ha mostrado su gratitud al equipo de arqueología que ha trabajado concienzudamente en la zona, ‘este gran hallazgo es un avance en las constatación de Valencia la Vella como un asentamiento clave de época visigoda, que nos va a permitir obtener más información sobre el origen y creación de esta ciudad fortificada de carácter defensivo militar, que fue habitada en el siglo VI’. Raga ha matizado ‘nuestro compromiso por recuperar y descubrir nuestra historia es indiscutible, y para ello seguiremos impulsando la investigación y la puesta en valor de nuestro pasado visigodo’.

El Instituto Catalán de Arqueología Clásica y el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria, llevan más de diez años investigando este magnífico enclave visigodo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Generalitat Valenciana en mayo de 2023.

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