El PSPV de Benigànim dejó ayer en el aire la conformación del nuevo gobierno en minoría después de ver tumbadas sus primeras medidas en el pleno de organización municipal. La alcaldesa socialista, Amparo Canals, abrió incluso la puerta a abandonar el cargo en una intervención final muy dura con Compromís, que evidenció la ruptura de todos los puentes entre ambas formaciones. En apenas un mes, la coalición valencianista ha pasado de firmar un pacto de gobierno en un escenario de aparente idilio con los socialistas a unir sus votos a los del PP para dejar sin sueldo de la alcaldesa, que había propuesto mantener la misma retribución de 2.586 euros de la pasada legislatura. La cuestión no es baladí y conduce a una situación de bloqueo en el consistorio, puesto que Amparo Canals no puede regresar a su plaza como funcionaria de carrera del Ayuntamiento de Benigànim manteniendo el acta de concejal: ambas tareas son incompatibles desde el punto de vista legal.

PP y Compromís también impidieron que el PSPV sacara adelante la dedicación parcial de 900 euros mensuales propuesta para el concejal de Medio Ambiente, Patrimonio, Mantenimiento, Fiestas y Agricultura, así como la delegación de determinadas competencias del pleno en la junta de gobierno. A no ser que en los próximos días se produzca un vuelco en las negociaciones, en el PSPV dan por sentado que renunciarán a la alcaldía y a formar gobierno para que sea la oposición la que asuma la responsabilidad de conformar una alternativa. En el pleno de ayer, el PP apeló a su «exclusión» de las negociaciones entre PSPV y Compromís para justificar el voto contrario al sueldo de la alcaldesa. «Ha faltado voluntad negociadora y conciliadora», afirmó el portavoz del grupo popular. En el mismo punto, el portavoz de Compromís, Josep Calero , aseguró que su grupo no está «en desacuerdo con el fondo, pero sí con las formas». «Hay un cambio notable en esta legislatura: se han de consensuar determinadas cosas y no se han de dar por hecho», agregó el regidor valencianista, que dijo tener «la mano tendida» para «seguir dialogando» con los socialistas. Pero la posibilidad de retomar un acuerdo entre las dos fuerzas progresistas parece muy lejana.

El portavoz del PSPV, Cristóbal Barceló, acusó a Compromís de haber «mercantilizado» sus exigencias con «premisas no aceptables» y una postura que tachó de «chantaje», con el objetivo de «forzar un acuerdo». «Han exigido concejalías muy concretas con dotación económica y personal, además de liberados políticos externos para controlar el ayuntamiento. Lo que pretenden son imposiciones», mantuvo Barceló, que llamó a sus exsocios «Corporación Compromís, SA».

Duros reproches de la alcaldesa

En su última intervención, la alcaldesa fue un paso más allá en las críticas, al tildar a Compromís de «dictadores de izquierdas» por reclamar lo que ésta considera que «no les corresponde por proporcionalidad en las urnas». Canals hizo hincapié en que los socialistas cuentan con seis concejales frente a los dos de los valencianistas, antes de defender que el PSPV «ha concedido prácticamente todo lo que ha pedido la coalición», incluyendo las concejalías de Govern Obert, Participació, Transparència i Modernització (a Joan Sanchis) y de Educació, Patrimoni y Multilingüisme (a Josep Calero). El «divorcio», sin embargo, llegó al oponerse el PSPV a brindar a Compromís la primera tenencia de alcaldía y la ponencia exclusiva de Cultura.Canals, eso sí, recalca que ofreció a sus exsocios llevar esta área de forma compartida entre dos concejales dentro de «un gobierno lineal e integrador». «Compromís vota 'no' a mi remuneración y a la de mi compañero, cuando ellos habían pedido desde el principio una persona externa liberada a media jornada con sueldo del ayuntamiento», sentneció la alcaldesa.

Los socialistas también hicieron hincapié en la propuesta de aumentar la periodicidad de los plenos municipales (uno al mes) para «facilitar la transparencia». Desde Compromís prefirieron no realizar nuevas valoraciones después de la sesión de ayer.