«Hace seis meses estaba aquí», comenzaba su parlamento Manuel Mata ayer en el mitin del PSPV en Xàtiva, en alusión a su última visita a la capital de la Costera para participar en un acto electoral, en la campaña de las municipales. En aquella ocasión «nos jugábamos la alcaldía, habíamos ganado la Generalitat y pensábamos que también el Gobierno de España. El reto era importante, y nos quedamos a 150 votos» de la mayoría absoluta, afirmó sobre los resultados locales. Ahora, «también nos jugamos mucho», dijo.

Mata citó la película El mundo está loco, loco, loco para compararlo con la situación mundial actual, y aludió a las decisiones de Donald Trump en Estados Unidos, el Brexit en Reino Unido, o las propuestas de los partidos «de derechas» en España. El Síndic del PSPV en les Corts cargó contra Vox, un partido que «quiere ilegalizar partidos, ataca a los extranjeros y a las mujeres. Quieren acabar con la sanidad y la educación públicas, con las pensiones, el estado del bienestar», afirmó, censurando el «discurso del odio, racismo y xenofobia» del partido de Santiago Abascal, «un discurso que está calando en mucha gente». Mata expresó que «mientras estábamos sacando del Escorial el cadáver del dictador [Franco], Vox va subiendo votos». Y la derecha «normal va de colega», dijo, añadiendo que «el germen de Vox es el PP» y afirmando que «a la extrema derecha no se la debate, se la combate». De Ciudadanos —de los que dijo que en Xàtiva, que han apoyado al gobierno socialista de Roger Cerdà, «son buena gente»— criticó al partido dirigido por Albert Rivera, que «donde han podido nos han jodido».

Frente a ello, Mata señaló que el PSPV es el partido que ha traído la jornada laboral de 40 horas, ha implantado la sanidad universal, el sistema educativo público, servicios sociales, garantiza ayudas a la dependencia o ha fijado un salario mínimo de 900 euros. El dirigente socialista aseguró que «ahora nadie se queda tirado». Sobre la apatía de la ciudadanía ante las urnas, Mata apeló a aquellos que no quieren ir a votar. «Están cansados de poner un papel en un sobre», preguntó irónico, «si estuvimos 40 años sin poder votar».

Nos jugamos muchísimo

A ellos también se dirigió el líder del PSPV en Xàtiva y alcalde de la ciudad, Roger Cerdà, quien reconoció estas elecciones «también me venían a contrapelo», pero «nos jugamos muchísimo. La extrema derecha quiere eliminar las autonomías», y eso supone, según Cerdà, que la inversión de la Generalitat de18,5 millones de euros en Xàtiva esta legislatura, «está en riesgo». También «está en juego la pérdida de la autonomía local. Los ayuntamientos no tendríamos competencias, el Gobierno nos diría en qué y cómo gastamos el dinero». Cerdà también pidió acudir a votar porque está en juego la «pérdida de libertades conseguidas en 40 años de democracia» y «el estado del bienestar, la sanidad y educación públicas, el sistema de pensiones y la dependencia». Roger Cerdà concluyó su parlamento pidiendo el voto para los socialistas, porque «la única alternativa a un gobierno socialista es uno en el que la extrema derecha tendrá un papel predominante».

El acto del PSPV, celebrado en la Casa de la Cultura, arrancó con la intervención de la setabense Xelo Angulo, directora general de Cooperación, quien criticó los «bloqueos» de PP, Ciudadanos y Podemos a un gobierno del PSOE y afirmó que «necesitamos un gobierno de España socialista, como el de Ximo Puig en la Comunitat Valenciana y Roger Cerdà en Xàtiva». Los tres dirigentes coincidieron en la importancia de unas elecciones que confían que sean ya definitivas para la formación del nuevo gobierno central. «Ya no volveré hasta dentro de cuatro años», concluyó anoche Mata. Que así sea.