«En la reunión de seguimiento de coronavirus con los alcaldes, nos dieron la enhorabuena, por cómo habíamos resistido ante la llegada del virus. Y ya ves cómo ha cambiado la cosa, en un par de semanas». José Enrique Talón, alcalde de Chella, verbalizaba así el sentir de la población, que tras aguantar desde marzo con una incidencia de coronavirus prácticamente residual, se ha visto sacudida en los últimos días por un fuerte episodio de contagios. Los 41 casos activos, según los datos del viernes —dieciséis más que los que marcaba la estadística de la Conselleria de Sanitat, que recoge los contagios con alrededor unos cinco días de retraso— disparan la tasa de incidencia a casi 1700 casos por 100.000 habitantes.

No obstante, el número de nuevos positivos bajaba ya considerablemente en las últimas jornadas de rastreo: el viernes, las PCR realizadas tan solo detectaron un contagio. Ayer el ayuntamiento no recibió los resultados de las pruebas realizadas durante el fin de semana, pero el alcalde confiaba que tanto estas como las que se realizan estos días confirmen la tendencia a la baja. Por otro lado, según informó Talón, «a excepción de dos o tres vecinos, en quienes se detectó el origen del contagio, el resto son asintomáticos», trasladó el munícipe de Chella.

Tras la notificación del contagio, el 9 de noviembre, el ayuntamiento decretó una serie de medidas restrictivas, con el cierre de parques y jardines y otros espacios municipales. El Trial de Chella de motociclismo, previsto para estas próximas fechas, se postergó. Y además, el lunes de la semana pasada se pidió a los vecinos que se autoconfinasen en casa. «Ayer volvimos a comunicárselo, que se quedasen en casa en la medida de lo posible. Los vecinos están cumpliéndolo a rajatabla», alabó el primer edil de Chella, que quiso animarles a seguir haciéndolo: «Nos toca aguantar y salir de esta. O lo hacemos nosotros, o nadie lo hará», aseveró.

La esperanza, de este modo, es que el control sobre el contagio quede confirmado en los próximos días. Algo que ya ha conseguido Bocairent, otro municipio afectado por un súbito aumento de los casos: según comunicó ayer el consistorio, en las pruebas realizadas desde el pasado día 18 tan solo se ha detectado un nuevo positivo.

Más brotes laborales

Hasta hace unos días suponían un porcentaje pequeño de los brotes de coronavirus, pero ahora los focos de origen laborales no dejan de aparecer por los municipios del territorio de las tres comarcas. Las dos últimas actualizaciones de brotes han notificado un total de cinco brotes distintos en cuatro poblaciones de las tres comarcas. El pasado sábado, Ontinyent —donde la semana pasada el alcalde ya pidió precauciones a las empresas— notificó siete contagios surgidos en negocios locales, procedentes de dos brotes con cuatro y tres personas afectadas. En Navarrés se detectó otro brote laboral con tres contagios, y en Barxeta el mayor foco de las tres comarcas, con seis infectados en total. La actualización de ayer, por otro lado, dejó cuatro brotes más; uno de ellos, en Xàtiva, era también de origen laboral, y afectaba a cinco trabajadores. El resto tenían origen social: se detectaron en Chella, Vallada (con cinco casos cada uno) y Barxeta (tres casos).

Los municipios prorrogan las medidas con independencia de sus datos de contagios

A lo largo de las últimas semanas han sido varios los ayuntamientos de las tres comarcas que han establecido en sus municipios restricciones, dentro de sus competencias, para parar los contagios de coronavirus en esta segunda ola, disparados en algunos casos. Con el paso de las semanas, la evolución ha sido dispar: en algunos casos las medidas han servido para frenar en seco el aumento de infecciones, mientras que en otros los efectos de estas restricciones aún no se han reflejado con un descenso de los casos activos. En ambos casos, la tónica habitual está siendo que los ayuntamientos prorroguen las restricciones. Ayer, Canals y l’Olleria, con una situación pandémica muy distinta, anunciaron ambas que extendían la aplicación de las medidas restrictivas: la primera hasta el 30 de noviembre, y l’Olleria hasta el 9 de diciembre. La excepción fue Montaverner, que el pasado viernes, ante la bajada de casos que registraba, anunció el fin de las restricciones.